Una de nuestras más grandes ocupaciones, es favorecer el desarrollo de la inteligencia en nuestros hijos. Durante su crecimiento, ésta depende en gran medida de una adecuada nutrición y las nueces pueden ser tu mejor aliado ya que tienen propiedades maravillosas y aportan beneficios impresionantes para su cerebro.
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Imagen vía Corbis
Mejora la memoria
Ayudan a tener un mejor aprendizaje porque amplían la capacidad intelectual. Estos procesos cognitivos se ven altamente favorecidos debido a que son frutos secos ricos en omega 3 omega 6 y ácidos grasos.
Ayuda al desarrollo del pensamiento crítico y deductivo
Su consumo favorece en la capacidad de deducir las respuestas correctas de las incorrectas, por lo que consumirlas en época de pruebas escolares los ayudará en sus resultados.
Fortalece su capacidad de tomar decisiones
Su consumo regular, apoya el desarrollo de las regiones cerebrales encargadas de la toma de decisiones, lo cual puede tener efectos importantes en su capacidad para dar respuestas asertivas.
Es un fruto seco rico en antioxidantes
El cerebro de tus pequeños es muy demandante en el consumo de energía por lo que su bioquímica cerebral y el buen funcionamiento neuronal, requieren de las propiedades antioxidantes que aportan las nueces.
Benefician su concentración
Esto es debido a que son ricas en polifenoles y por lo tanto ayudan a mantener la atención en las tareas cotidianas por periodos más prolongados, mejorando totalmente sus funciones cerebrales.
Combaten el agotamiento físico y mental
Como muchos frutos secos, debido a sus grasas saludables, aporta gran cantidad de energía en pocas cantidades, lo cual facilita que tus pequeños la consuman sin rechazarla.
Te ayudan a mantenerlos relajados
Contienen magnesio mineral que ayuda a la relajación muscular, además de que la vitamina B6 que aporta los ayuda a conciliar mucho mejor el sueño, algo sumamente necesario para que sus funciones cognitivas no se deterioren.
Previenen la enfermedad de Alzheimer
Aunque es una enfermedad que se desarrolla en etapas de senectud, la prevención temprana es una forma de apoyar el mantenimiento cerebral de nuestros hijos a lo largo de toda su vida.
