La maternidad es sabia, pues dota a tu organismo con todo lo necesario para funcionar saludablemente junto a tu bebé. Cuando amamantas, ambos se benefician. Aquí te cuento ocho efectos que tu organismo presenta cuando lo haces.
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Imagen vía Corbis
Tu cerebro crea lazos con tu bebé
De acuerdo con una investigación hecha por Gordon Gallup –psicólogo evolutivo–, cuando no amamantas, el cerebro recibe señales naturales que se asocian con la pérdida de un hijo, ya que el cuerpo interpreta a nivel hormonal que hubo un aborto o fallecimiento.
Reduce el riesgo de depresión postparto
Gallup encontró que cuando la madre amamanta, reduce el riesgo de depresión. Según recomendó a través de la revista Medical Hypotheses, el uso de biberones no es favorable.
Incrementa tus niveles de oxitocina
La lactancia incrementa los niveles de esta hormona, y puede ayudar a reducir el sangrado postparto.
Te ayuda a perder peso
La lactancia consume calorías de manera natural. Por lo tanto, tu proceso de perder peso será mucho más lento si no lo haces.
Tu útero regresa con facilidad a su tamaño normal
La succión estimula la contracción, que a su vez limpia los restos de placenta que quedan tras el parto. Al no amamantar, el proceso puede tomar más tiempo.
Disminuye el riesgo de cáncer de mama
Se hicieron 47 estudios en 30 países, los cuales demostraron que entre más largo es el tiempo que una mujer amamanta, menor es el riesgo de desarrollar cáncer de mama, sobre todo, si lo haces por un año.
Es más fácil relajarte
La prolactina tiene un efecto relajante. Esta hormona aumenta sus niveles durante la lactancia, así puedes disfrutar de sus efectos.
Reduce el riesgo de anemia
Cuando amamantas, tu ovulación se retrasa y no se presenta tu periodo menstrual, por lo que cuentas con más reservas de hierro.