Inculcar valores a tus hijos también incluye saber disculparse y aceptar sus errores, y para que lo logren, es necesario que tú prediques con el ejemplo. Cuando te equivoques o seas injusta con ellos, pídeles una disculpa. Eso no es señal de debilidad, al contrario, va de la mano con la honestidad y el respeto, por eso aquí te paso 8 razones importantes por las que debes hacerlo.
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Imagen vía Corbis
Aceptas la imperfección
Acepta cuando te equivocas. Cuando lo haces, le estás dando el permiso de ser imperfecto, aprende que eres una mamá de carne y hueso y que como ser humano también tienes errores.
Generosidad y comprensión
Al hacerlo, cambias el falso concepto de que pedir disculpas es sinónimo de inferioridad o debilidad. ¡Al contrario!, tus pequeños sabrán que el hacerlo es una muestra de amor y respeto que merece admiración.
Les enseñas lo que es justo
Para que tus hijos aprendan a ser equitativos y recíprocos, necesitan ver que aceptas tus equivocaciones y que si cometes un error, querrás repararlo siendo justa. Así aprenderá a ser justo contigo y con los demás.
Sabrán corregir sus errores
No basta con pedir perdón, el verdadero objetivo es el compromiso que se establezca para evitar la presencia del error en las siguientes ocasiones, y lo lograrán a partir de los compromisos que tú misma hagas con ellos.
El amor no se condiciona
Aprenden que aunque se equivoquen, siguen siendo buenas personas y los amas por su esencia más que por su conducta, y aunque no siempre van a tener la razón ni siempre harán lo adecuado, eso no implica que serán malos.
Unión familiar
Tus hijos aprenden que el verdadero vínculo de amor familiar, repara los sentimientos destructivos y los vuelve constructivos a través del perdón y el compromiso.
Relaciones personales sanas
Aprenden a convivir constructivamente, desarrollan la empatía y la comprensión hacia los otros. y sabrán que la convivencia sana también se relaciona con ser sensibles al sentimiento del otro.
Sabrán gestionar adecuadamente sus emociones
Se darán cuenta que el enojo o la frustración se pueden descargar de formas sanas y sabrán que sus emociones son adecuadas siempre y cuando no lastimen a nadie ni física, ni mental ni emocionalmente.