Me queda clarísimo que la tecnología reproductiva y la ciencia no tienen límites. Sin embargo, me parece que la desesperación por tener un hijo sumada a la desesperación por tener dinero, forman una muy mala combinación que va mucho más allá de la esperanza de tener una familia para convertirse en un riesgo potencial. Aquí te cuento 8 situaciones polemicas sobre los vientres de alquiler.
Lee más en ¿Qué más?: 12 consejos para aumentar tu fertilidad
Imagen vía Corbis
¿Ayuda o negocio?
Al menos en México, se ha convertido en un gran negocio amparado bajo un contrato comercial en donde según un reportaje realizado por el canal británico Channel 4, se generan unos 2.000 millones de dólares anuales en todo el mundo.
Mujeres mexicanas en la mira
Muchísimas parejas que sufren infertilidad, llegan al país debido a que la inversión es menor que la que tendrían que hacer en su propio país. De hecho, ya son más de 4.000 mujeres mexicanas las que se han sometido a este procedimiento.
¿Está bien o mal?
La salud de la mujer que decide albergar al bebé y del bebé mismo está en juego. Ha habido casos de histerectomía e inclusive de embarazos tóxicos y hasta muertes que determinan que no sólo es una cuestión de dinero y esperanza sino también de poner en riesgo la vida.
Cuando las expectativas no se cumplen
Resulta fatal cuando no se cumple el contrato y la mujer tiene que quedarse con el niño sin los recursos para sustentarlo porque nunca llegan a recogerlo, o quizá es víctima de una enfermedad inesperada como VIH transmitido por el semen implantado.
¿Mitos o realidades?
Aunque el riesgo es evidente, cada caso es diferente y cuando se le da el seguimiento y supervisión adecuada, puede resultar esperanzador para las parejas que quieren formar una familia.
Trafico de infantes
El sonado caso de un japonés que alquiló 10 vientres, es el claro ejemplo del riesgo que se corre al mercantilizar sin control esta práctica.
Cuando las madres gestantes cambian de opinión
En Tailandia ,una mujer se negó a entregar al bebé cuando se enteró que iba a ser hijo de una pareja de homosexuales, argumentando su temor por el futuro del niño.
Cuando el bebé es rechazado
Un matrimonio australiano rechazó a una de las gemelas que gestaron con un vientre de alquiler porque padecía Síndrome de Down. También está el caso de una conocida conductora de Estados Unidos que no quiso asumir los costos de la crianza y prefirió rechazarlo.