Combate los gases de tu bebito con estos 8 consejos

No hay nada más perturbador durante los primeros días de tu bebé que sacarle los gases. Las mamis nunca estamos completamente seguras de que los botaron, y eso implica posibles incomodidades, buchecitos y sueños incompletos. Yo lo viví y por esa razón comparto contigo los secretos para hacer más llevadera esta etapa de la maternidad.

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El origen de los gases

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Los bebitos tienden a acumular mucho aire en sus barriguitas durante las tomas de comidas. Por lo tanto, es necesario expulsarlo para evitar posibles irritaciones estomacales.

Sacar gases sobre el pecho

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Apoya a tu bebé sobre tu pecho, sosteniéndole su cabecita con delicadeza, al nivel de tu hombro. Dale palmaditas ligeras en su espalda, para propiciar el eructo.

Sacar gases bocabajo

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Esta postura es de las más tradicionales, y consiste en colocar al bebé bocabajo sobre tu brazo y golpear su espaldita con pequeños toques hasta que bote los gases. No es recomendable hacer esta posición justo después de que coma, porque puede propiciar pequeños vomitos.

Sacar gases sobre las piernas

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Siéntate y coloca a tu niño sobre tus piernas. Comienza a darle palmaditas delicadas sobre su dorso, por no más de siete minutos.

Sacar gases sentados

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Cuando tu bebé esté un poco más grande y pueda sentarse, déjalo sobre tu regazo en esa posición, y comienza a golpear su espalda con cuidado, de la misma manera que haces con el resto de las posiciones.

Varias posturas

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Algo que me funcionó muy bien fue intentar varias posiciones para sacar los gases. Variarlas por ratitos puede estimular más la expulsión de gases.

Hablan los expertos

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Especialistas del área de la pediatría señalan que, aunque las mamis tengamos una obsesión con la expulsión de los gases, no siempre es algo que tenga que suceder. Si notas molestias mientras tu niño duerme, puedes cargarlo y asistirlo para que eructe, pero si está plácidamente dormido, no será necesario.

Tips de mamá a mamá

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Recuerda siempre colocar una manta debajo de la cabeza del bebé para evitar un posible reflujo, muy común en esa etapa. Llénate de mucha paciencia porque estos momentos pasarán volando.