Protege la salud de tus niños manteniendo limpios sus objetos y juguetes preferidos

Usualmente están en la cama, en una repisa o permanentemente con tu bebé. Los peluches son almacenadores de polvo por excelencia, causantes directos de alergias en los chiquitos, debido a la presencia de ácaros (pequeños animales microscópicos que habitan en el polvo).

Mantenlos limpios metiéndolos a la lavadora y secadora cada cierto tiempo. También puedes colocarlos en una bolsa cerrada y llevarlos al congelador por un par de horas o si prefieres rocíalos con bicarbonato de sodio, déjalos un día completo y luego aspiras.

Abundan en todas las casas porque el plástico es el rey de los juguetes. Los niños los llenan de saliva, de comida, de bebidas, se ensucian con mucha facilidad y deben limpiarse con mucha frecuencia.

Colócalos en tu fregadero, lávalos con agua tibia y un poco de liquido para lavar platos, restriégalos con una esponja y enjuágalos. Puedes dejar que se sequen al aire libre o secarlos con una toalla.

Por su tamaño se limpian con menos frecuencia, usualmente hay niños que los dejan en un lugar por mucho tiempo y juegan con ellos de vez en cuando, por lo que acumulan mucho polvo.

Coloca en un envase con atomizador la misma cantidad de agua y vinagre blanco, rocía el juguete que desees limpiar y luego frótalo con un pañito. Verás que quedará desinfectando.

Hay quienes los aman, otros los odian, la verdad es que los chupetes son uno de los objetos más fáciles de ensuciar, precisamente por eso debe tenerse muchísimo cuidado con ellos.

Si tu bebé tiene menos de tres meses debes esterilizar todo lo que se lleva a la boca porque su sistema inmunológico no está totalmente desarrollado y un descuido podría resultar en una infección de estomago. A partir de los tres meses puedes enjuagar el chupete solamente con agua caliente.

Muchos niños se encariñan de las mantas, se aferran tanto a ellas que a veces se les hace imposible quedarse dormidos cuando no las tienen. El hecho de llevarlas siempre encima las expone más a la suciedad.

Aunque a muchos bebés no les gusta que se las toquen o las laven, no puedes dejarte convencer. Toma la manta y métela en la lavadora por lo menos una vez a la semana.

Si el bebé es muy pequeño el cuidado del biberon recaerá sobre la mamá, pero si ya es medianamente independiente debes tener cuidado porque pueden dejarlos destapados, tocar la tetina con sus manos sucias o tirarlos al suelo.

El cuidado de los biberones es idéntico al de los chupetes y tienen que ser esterilizados, Retira con una esponja los residuos de leche y luego lava perfectamente y sumérgelos en agua hervida. Es muy imporante que te laves bien las manos antes de hacer todo el proceso.