Desde que tengo uso de razón siempre he tenido animales, así que me aseguré de que mis hijos vivieran la misma experiencia. Hoy tengo dos perros con personalidades muy diferentes que demandan mucha atención. La tarea de cuidarlos no es fácil, pero también son parte de la familia y los beneficios que ambos han traído a mis niños son increíbles. Sigue leyendo y te cuento.
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Imagen vía Corbis
Los hacen más saludables
Aunque existen niños que son alérgicos a los animales, algunos estudios han demostrado que tener perros y gatos reduce el riesgo de que los pequeños desarrollen ciertas alergias, infecciones y asma.
Les ayudan a entender responsabilidad
No estoy diciendo que mis pequeñitos sean los que saquen a los perros a pasear o los lleven al veterinario (no me disgustaría que lo empezaran a hacer cuando crezcan), pero definitivamente han empezado a entender cosas importantes como el hecho de que las mascotas se deben alimentar.
Los vuelven más solidarios
Porque les permiten aprender desde temprana edad qué significa cuidar de otro. De acuerdo a estudios, el instinto de proteger no es algo con lo que se nace, sino que se aprende a través de la práctica, y los animales son un excelente comienzo.
Los hacen adaptarse mejor
También se ha demostrado que tener una mascota está relacionado con la capacidad del corazón de adaptarse a diferentes circunstancias que pueden afectar el cuerpo.
Ayudan con el estrés
Es raro, pero los niños también pueden sufrir de estrés, y las mascotas sí que pueden ayudar a combatirlo. Por esa misma razón los animales son recomendados para la gente enferma, e inclusive a los presos se les permite ayudar en el entrenamiento de perros para diferentes causas.
Me ayudan a entretenerlos
Aunque siempre tengo que asegurarme de que no ocurran accidentes, mi pequeño de un año pasa una gran cantidad de tiempo persiguiendo a los perros por la casa. Es definitivamente una gran distracción para él.
Los hacen más activos
Un paseo al parque con mis mascotas es sinónimo de correr, saltar y muchas risas.
Incrementan su autoestima
Tampoco me lo inventé yo. Hay una investigación completa que asegura que los dueños de mascotas son por lo general más extrovertidos y tienen mayor autoestima.
Ayudan a unificar la familia
A veces no nos damos cuenta, pero llevar a los perros de paseo, o alimentarlos, son rituales que generalmente hacemos todos juntos (mis hijos protestan si no son parte de esta rutina), así que cuando lo pienso, tener mascotas definitivamente nos hace más unidos de alguna forma.
Mejoran la comunicación
Si le pregunto a mi hija sobre la escuela, ella no me dice mucho, pero preguntarle sobre algo que hicieron los perros es como prender una grabadora… ¡no para de hablar!
Les enseñan sobre delicadeza
Así sea con ladridos, mis hijos han tenido que aprender que a los animales se les toca suavemente, y que la cola es definitivamente un área de la que se tienen que mantener alejados.