No hay nada más estresante que una mañana contra reloj: a los niños los puede dejar el transporte, a ti o a tu marido se les hace tarde para el trabajo. Son tantos los imponderables a la hora de preparar a tus hijos para que todos salgan vestidos y comidos, que cualquier cosa que te ahorre tiempo y contratiempos, es bienvenida.
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Imagen vía Corbis
A la camita

Lo primero es garantizar que todos en la familia están durmiendo suficientes horas. Los niños, deberían dormir de noche por lo menos ocho horas ininterrumpidas. Los más pequeños, de entre 2 y 4 años, deberían dormir entre 10 y 12 horas. Pero además tu también debe disfrutar de un sueño reparador para poder tener energía al día siguiente.
Prepara la hora del sueño

Para que los niños se vayan relajando, programa la hora del baño una hora antes de que se vayan a la cama y haz que se acuesten por lo menos 20 minutos antes de la hora en que se suponen que deban estar dormidos. Aprovecha este tiempo para leerles cuentos.
Deja el desayuno listo

A mí me funciona tener un calendario de comidas: un día puede tomar avena con leche y alguna fruta; otro, comer huevos revueltos con pan tostado, una fruta y un vaso de leche. Mi menú semanal también incluye tostadas francesas, arepas con queso y panqueques. Preparo todo durante el fin de semana y en las mañanas sólo es cuestión de calentar. Eso sí: la leche no puede faltar.
Almuerzo pre empacado

Mis hijos se llevan el almuerzo a la escuela en su bolsita de papel marrón. Aunque preparar todo no me toma más de 10 minutos, si lo puedo dejar listo desde el día anterior ¿para qué lo voy a dejar para la mañana siguiente?
Deja tu cafetera programada

La idea es que comience a colar tu cafecito cinco minutos antes de que te levantes. Yo si no me tomo mi café con leche al abrir los ojos, no puedo hacer nada y levantarme con el olor a café recién colado, no tiene precio.
Mochilas y uniforme

Acostumbra a tus hijos a dejar su mochila y también su uniforme, o la ropa que se pondrán al día siguiente, listos desde la noche anterior. Así evitan contratiempos y estrés por las mañanas.
Levántate tu primero

Por lo menos 15 minutos antes que los niños, así tendrás margen para atender cualquier imponderable.
Enséñales a tus hijos la rutina

Nada como que los chiquitos sepan a qué atenerse. Al ventarse van a la baño y se lavan la cara y los dientes, se visten y se peinan, si están en la edad de hacerlo, que le den una estiradita a su cama y doblen las pijamas, se desayunan, se toman su leche, recogen el plato y se vuelven a cepillar los dientes, se ponen su suéter o chaqueta y esperan mochila en mano para salir.
Ayuda memoria

En un sitio que sea visible para todos, ten una cartelera o letrero con las cosas que no deben olvidar: mochila, abrigo, guantes, bufanda, lonchera, maletín con la ropa de deportes, tableta y celular (estos dos últimos ítems, dependiendo de la edad que tengan, por supuesto).
Calma y cordura

Sé por experiencia que los niños perciben cuando estás estresada o apurada. Si sigues una rutina como la que te estoy proponiendo, no tendrías por qué andar a las carreras por las mañanas. Pero si algún día te retrasas, o surge algún inconveniente que te obligue a dar carreras, es mejor tomártelo con calma para que el estrés no se adueñe de toda la familia.