Hace tiempo hice un sondeo para un artículo sobre maternidad responsable y recopilé las respuestas de muchas mamás a la pregunta: Si tuvieras oportunidad de entrar en la máquina del tiempo y regresar al momento en que tus hijos eran pequeños, ¿qué hubieras hecho distinto? Te comparto algunas de las conmovedoras respuestas.
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Imagen vía Corbis
Le enseñaría a ser preguntón
Cuando mi hijo preguntaba tantos por qué -dijo Linda- , me desesperaba diciendo: "pues porque sí, y ¡ya deja de hacer tantas preguntas!. Es algo que no volvería a hacer, no la volvería a reprimir su curiosidad ante la vida, hoy entendí que solo así pudo formar su criterio", me explicó.
Le explicaría con acciones y no sólo con palabras
Mariana decía que una de las mejores experiencias con su maestra de tercer grado fue cuando le explicaba el tema de su clase de historia jugando a las muñecas: “Era maravilloso sentirme parte de la vida de Maximiliano y Carlota”, para mí el aprendizaje era inolvidable.
Tomaría un poco de su magia e imaginación
Sofía se maravillaba al ver la facilidad con que su hijo Eduardo lograba entrar en un mundo de fantasía: “ella creía que todo era posible, no había barreras cuando jugaba. Creo que si regresara el tiempo, tomaría un poco su capacidad para crear realidades, sobretodo creyendo que lo puedo lograr”, me comentó.
Le enseñaría que los deseos se cumplen
Muchas veces le dije a Rodrigo que era muy difícil ser astronauta, recuerdo que cuando el Challenger explotó en el aire, me espanté tanto que le dije: “Ves cómo ser astronauta es peligrosísimo”. Creo que de alguna manera frené su deseo de viajar al espacio. Ahora es piloto aviador pero estoy segura que pudo ser el mejor astronauta.
Haría excepciones a las reglas
"Ese día fui inflexible con Santi, no le permití ir a la fiesta, lo forcé a un entrenamiento extra de Karate y no tomé en cuenta que la fiesta de su amiguito era un anhelo que tenía desde meses atrás y hasta la fecha me lo reclama. Si regresara el tiempo, sería más flexible", me confesó otra mamá.
Me preocuparía menos por el que dirán
"En mi afán de ser la madre perfecta, me olvidé por completo de preguntar a mi hija Liliana si estaba de acuerdo en aprender a cocinar pastelillos. Lo hice porque me sentía en competencia con la mamá de Jimena. Ella me dijo muy enojada: '¿Cuando me preguntaste si yo quería?'. Creo que no lo volvería a hacer", me comentó Miranda.
Le haría caso a mi intuición de madre
"Sara tenía los ojitos rojos, yo sentía que algo no estaba bien en la escuel. Le pregunté qué había pasado, sólo me respondió que todo estaba bien, que se había caído en el corredor, así que no le di más importancia. Tiempo después me enteré que estaba siendo víctima de acoso escolar", me dijo Ale muy triste.
Reconocería un error al equivocarme
"Aún recuerdo la carita de miedo en Fernanda ante mi regaño por haber manchado la pared con pintura, y cuando su primita me confesó que había sido ella, no supe cómo pedirle perdón por mi equivocación al juzgarla. Creo que me causaba temor el perder mi autoridad", aceptó Laura sintiéndose culpable.
Me conectaría con mi hijo
"Cuando mis nietos duermen y los contemplo, me pregunto muchas veces ¿porque nunca contemple de la misma forma a mi hijo? Creo que estaba tan inmersa en mis labores que no me daba el tiempo suficiente de respirar su sueño a su lado", expresó Lina.
Entendería la magnitud de su dolor
"Ese día Paola estaba muy triste porque su pez Max había muerto. Ella lloraba inconsolable, y yo en mi mundo de prisas para tener lista la cena, sólo le dije: 'Es un pez, ya se fue al cielo, mañana te compro otro”, creo que no lo volvería a hacer', aceptó Paola.
Lo escucharía antes de hablar
"Muchas veces le quité la palabra a mis hijos, y en mi afán de autoridad, pocas veces les permití darme explicaciones sobre su conducta inadecuada, es más, creo que nunca les pregunte porque hacían lo que hacían cuando se portaban mal. Creo que no lo volvería a hacer", me señalo Elizabeth.
No le haría aquello que tanto me molestaba que hicieran conmigo
"Cuando era niña, juré que jamás regañaría a mis hijos de la forma en como lo hacía mi madre. Tiempo después, inevitablemente me descubrí ofendiéndolos de la misma forma. Creo que si pudiera regresar el tiempo, sería la mamá que tanto anhelaba tener", me contó Mary.