Nunca me consideré una mujer muy guapa pero como todas tengo mis encantos, y aunque no puedo ser más dichosa desde que tuve a mis dos hijos, hay cositas de mi cuerpo que han cambiado y no creo que vuelvan a ser igual. A menos, por supuesto, que me gane la lotería y pueda ir a un cirujano plástico. Acá te comparto 10 cambios físicos de los que pocos te hablan…
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Imagen vía Corbis
La línea negra
Si no tienes idea de que estoy hablando, ¡te felicito!, eres un afortunada. Pero si conoces perfectamente esa línea oscura que te atraviesa todo el estómago y que, en mi caso, se ha mantenido algo visible después de 13 meses, entonces seguro te sigues preguntando si desaparecerá alguna vez.
Esa flacidez
Tras mi primer parto recuperé la figura en seis meses y me sentía muy optimista antes del nacimiento de mi segundo bebé. Pero ¿qué crees?. En el segundo embarazo gané 45 libras (todavía conservo 8), y no creo que ni con 1.000 abdominales diarias pueda acabar con esa flacidez que me quedó en la parte baja del abdomen.
El cabello
Meses después del parto mi cabello empezó a caerse en proporciones alarmantes y aún sigo esperando que vuelva a crecer. Pero, horror, es que ni siquiera las vitaminas me han ayudado a recuperarlo totalmente.
La visión
Esto no me pasó personalmente, pero alrededor de la mitad de las mujeres que han tenido hijos experimentan cambios en la visión. Algunas pierden visión, otras tienen visión borrosa por un tiempo… En teoría debe volver todo a la normalidad, pero paciencia, puede demorar bastante.
Los senos caídos
Algunos estudios demuestran que amamantar no produce descolgamiento en los senos y no me arrepentiré nunca de haber amamantado a mis dos niños. Pero haber ganado tanto peso definitivamente produjo efectos que no esperaba. Pasé de ser copa C a DD (lo cual no me molesta en absoluto, ni a mi esposo), pero es que la gravedad definitivamente es inevitable.
Las caderas
Otro cambio que no me incomoda es haber quedado más anchita de caderas (ahora le puedo hacer la competencia a Shakira), pero mi presupuesto sí salió lastimado porque tuve que cambiar prácticamente toda la ropa interior.
¡Mi pobre espalda!
Haber llevado tanto peso durante el embarazo de mi segundo bebé me lastimó la espalda y ahora al cargar a dos en los brazos muy seguido ha hecho que mis dolores de espalda sean más fuertes que antes.
Los pies
Aunque mi talla continúa siendo la misma, mis pies definitivamente están más rellenitos, y los zapatos que antes eran súper cómodos ahora se sienten más apretados.
Lo llorona
Siempre me he considerado una mujer sensible, pero créeme, tener hijos nos hace, sin duda, más emocionales… No sé si serán las hormonas, pero más de un año después todavía lloro con cualquier noticia triste, y si son sobre niños o animales necesito tener la caja de pañuelos al lado.
Incontinencia
¡Qué vergüenza!. Todavía sigo teniendo algún que otro accidente si no he ido al baño en un buen rato y me da un ataque de risa o algo por el estilo. Así que cada dos por tres me recuerdo a mi misma que tengo ir al baño!.