¿Por qué no habría de aplicar el time out a mi hijo si he leído que muchos libros lo aconsejan?, me preguntó Alicia un poco enojada. Seguramente has encontrado opiniones encontradas con respecto a los métodos de disciplina. Sin embargo hay una ley universal más grande aún: el amor y la aceptación incondicional. Te comparto 8 opciones que puedes tomar en cuenta antes de usar el tiempo fuera, a mí me han funcionado.
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Busca tu equilibrio emocional
Cuando estás enfadada, puedes ser severa. Eres una mujer adulta y estoy segura que reconoces los momentos de incapacidad para manejar la situación, así que primero busca neutralidad para que puedas hacerte cargo. Respira profundo, sacude tu cuerpo, aprieta algo y encárgate del enojo.
Identifica la diferencia entre ser rígida y ser firme
En consulta muchas mamás me dicen con temor que si son amables con los niños, ellos abusarán. No te preocupes, puedes ser firme y amable a la vez.“No estoy de acuerdo con la letra en tu tarea” resulta diferente a “estoy harta de ver tu horrible letra en los cuadernos”, ¿no crees?
Identifica el objetivo al disciplinarlo
Si tu respuesta es "que se porte bien", estás pensando en automático. Que se porte bien ¿para qué o para quién?, toma en cuenta que una de las labores principales de nuestro rol de mamás es la formación socioafectiva de nuestros hijos. Entonces de nuevo pregúntate: ¿Qué quiero formar en él?
Conéctate con su emoción
Practica la empatía e identifica si vivió algo fuera de la rutina o si está pasando por situaciones de estrés. Hazte estas preguntas ¿Por qué actuó así?, ¿qué necesita de mí?. Solo dile "entiendo que estés enojado" o "que estés ansioso, así que sacudámonos un poco o gritemos un poco y después recogerás tus zapatos".
Guíalo a la búsqueda de soluciones
Si el niño tuvo una conducta inadecuada, es importante que se haga cargo de las consecuencias y le ponga remedio a lo ocurrido. Preguntale "¿Qué se te ocurre hacer para remediar lo ocurrido?" y pidele que elija una de las propuestas para que la lleve a cabo y pruebe la solución.
Guíalo al comportamiento esperado
Lleva a cabo junto con el la acción que esperas, así sabrá cuál es la conducta adecuada y fomentarás su experiencia en la resolución. Si tira basura, en lugar de mandarlo al rincón, mejor pídele que la recoja y muéstrale cómo. Después deja que termine de hacerlo.
Ofrécele elecciones
Supongamos que no quiere cooperar en las labores de casa, puedes decirle: “o recoges los juguetes, o ayudas con la basura o riegas el jardín, puedes elegir en lo que quieres cooperar”. Así, Las elecciones le dan sentido de responsabilidad y lo ayudan a aprender a tomar decisiones