8 Consejos para no empacar de más cuando viajas con niños

Viajar siempre ha sido una prioridad para mi esposo y para mí. Ninguno de los dos viajamos mucho hasta después de la universidad, y nos hemos hecho una promesa de ir a un lugar nuevo todos los años. Mucho antes de tener hijos, estábamos de acuerdo que cuando los tuviesemos, les enseñaríamos a viajar desde pequeñitos. Y eso es exactamente lo que hemos hecho. Pero si hay algo que he aprendido a través de estas aventuras es que aunque los niños chiquitos requieren muchísimas cosas, existen maneras de no empacar de más. 

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1. Alimentación. Si estás amamantando, no tienes de que preocuparte. Pero si le estás dando fórmula o tu bebé ya come comida sólida, el espacio que ocupan y el costo de estos se pueden convertir en un problema. Mi sugerencia es que lleves suficiente para sobrevivir el viaje y que en cuanto llegues a tu destino pares en un supermercado y compres lo que vas a necesitar durante tu estadía.

2. Pañales. ¡Qué no se te olviden los pañales! Seguro sabes perfectamente bien el promedio que tu bebé usa a diario, así que multiplica ese cantidad por el número de días que durará tu viaje y de ahí añade uno más por día. O por lo menos, así es como yo lo hago y siempre me sobran pañales. Si usas pañales de tela, te sugiero que compres desechables para el viaje. Ah, ¡y no te olvides los wipes!

3. Ropita. Los bebés realmente no necesitan mucha ropa. Si empacas un par de pantalones/shorts que pueden ponerse con mamelucos (onesies) disntitos cada día, tienes más que suficiente. Sólo asegurate de tener una o dos mudas de ropa en tu pañalera para estar lista en caso de cualquier accidente. Acuérdate que la ropa de bebé es pequeña y la puedes lavar y secar relativamente rápido. ¡No te olvides de las pijamas, medias y sombrero!

4. Artículos de aseo personal. Lo ideal es llevar todo en tamaño pequeño. Si puedes consigue muestras de esas que te regalan en la oficina del pediatra, ya que esto te ahorrará un montón de espacio. Empaca sólo lo necesario: jabón, crema de cuerpo y crema de pañal, protector solar.

5. Cositas para dormir. Lleva algunos de los objetos a los que tu bebé está acostumbrado, para que se te facilite el proceso de acostarlo. Los bebés aman la rutina y esto puede ayudar a que se duerman más rápido y mejor. Nosotros nos llevamos las mantitas para envolverlo, la máquina del sueño de nuestro bebé y un librito que a él le encanta. Si los niños no duermen contigo, te conviene verificar si el lugar a donde vas cuenta con camitas o cunas. Si no, te convendrá llevar tu corral.

6. Carriola (cochecito) y cargador. Dependiendo del tipo de viaje que estés emprendiendo, es bueno que consideres si llevas uno o los dos. El primer paso es decidir cuál es el método de transporte favorite de tu bebé, eso te ayudará a decidir.

7. Entretenimiento. No empaques TODOS los juguetes de tu niño, pero sí te ayudará llevarte algunos de los favoritos. Los mejores son las maraquitas, los libritos con texturas y muñequitos que ocupen poco espacio. Sin embargo, si a tu bebé le gusta su columpio portátil y puedes llevarlo, házlo. No solo se va a divertir por un largo rato, sino que también te sirve para que haga la siesta.

8. Extras. Dependiendo de cuán largo es el viaje, puedes llevar un par de mantitas extras, que puedan ser usadas como toallitas para sacar los gases, baberos y para cambiarlos. Una botellita de antibacterial también es indispensable. No te olvides del chupete, chupón o bobo si tu hjo lo usa.

Imagen vía Thinsktock