Las dos ocasiones que he dado a luz me he topado con sorpresas no esperadas. Una de ellas fue la dificultad tan grande que he tenido a la hora de amamantar a mis dos hijos.
Cuando tuve a Guillermo, mi recién nacido, abrumada porque mi esposo tenía que viajar, porque me iba a quedar sola y sin ayuda en medio del invierno neoyorquino con mis dos niños, y con mi experiencia anterior con Cristina que no fluyó en lo más mínimo, al ver que mi leche no bajaba rápido simplemente tomé la decisión de empezar con la fórmula.
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Malamente no lo consulté con mi médico y lo que pudo haber sido una simple mastitis (infección del tejido mamario) que se corrige con remedios caseros, acabó complicándose porque me dio algo a lo que llaman estafilococo dorado, que es resistente a muchos antibióticos. Sí, tuve que ser sometida a cirugía para sacar la infección y pasar ¡cinco días en el hospital! para ser tratada con medicamento intravenoso.
Y porque no quiero que a ti te pase lo mismo, hoy te comparto 10 maneras de prevenirla y tratarla. Sólo haz click en la galería.
Imágenes vía Mami Glammy
Comunícate con tu doctor
Es lo primero y más importante. Para muchas mujeres el amamantar puede representar una presión social tremenda, por lo que cuando tienen problemas prefieren no hablarlos. Si estás teniendo dificultades para amamantar, si no puedes o si piensas dejar de hacerlo siempre lo mejor es comunicarlo a tu médico, quien no deberá juzgar tu decisión y orientarte para que lo hagas de la mejor manera.
Considera acudir a una consultora de lactancia
La Clínica Mayo recomienda a las mujeres que consideren utilizar los servicios de una consultora de lactancia no sólo para que proporcione invaluables recomendaciones para amamantar, sino para que ayude a prevenir la mastitis. Algo que yo no hice a tiempo con ninguno de mis dos hijos…
Vacía la leche por completo
Al amamantar asegúrate de que la leche se acabe completamente y que no queden residuos en ambos senos. La Clínica Mayo también recomienda que tu bebé termine con la leche de un seno antes de que lo cambies al otro para seguir alimentándose.
Cambia de posición
De una toma a otra, cambia la posición que usas, ya que esto ayudará al flujo de la leche y a que no queden residuos.
No dejes que tus senos se llenen de más
Aunque éste fue un punto al que yo jamás llegué porque en el mes que amamanté a mi primera hija jamás bajó la leche, la Clínica Mayo recomienda que antes de amantar no dejes que tus senos acumulen demasiada leche. Las que sí han estado ahí lo sabrán.
Descansa
Si tienes principios de mastitis, la Clínica Mayo recomienda que descanses lo más que puedas en la cama con tu bebé. Eso permitirá tomas más frecuentes y que la leche no se acumule.
Sácate la leche manualmente:
Si el amamantar con un seno infectado es demasiado doloroso o tu recién nacido no quiere alimentarse de ahí, la Clínica Mayo te sugiere que lo resuelvas sacándote la leche con una bomba, también conocido como tiraleche o a mano.
Date una ducha caliente
La Clínica Mayo recomienda compresas y duchas calientes, cosa que yo hice, pero que no funcionó. Al contrario, me dio un tremendo mareo en la regadera del dolor. Volvemos al consejo número uno: ¡Inmediatamente llama a tu médico!
Toma muchos líquidos
Independientemente de mastitis o no, todas las mujeres en estado de lactancia deben consumir muchos líquidos.
Usa sostén con soporte
Y finalmente, esto definitivamente te puedo decir que ayuda. Cuando tienes el tremendo dolor causado por la mastitis, el utilizar un bra que te dé soporte lo aligera bastante.
