10 Asquerosidades que ruegas que tus hijos no hagan en público

No sé si tú eres igual, pero que mis hijos tengan modales y que no me hagan pasar un papelón es importantísimo para mí. Lamentablemente, soy mamá de varones y he pasado por más de uno de esos momentos en los que hacen ciertas asquerosidades que lo único que quiero es que me trague la tierra. Aquí te voy a contar algunas,  que son de terror, y te revelaré unas cuantas más que espero que no hagan jamás. Ser mamá es maravilloso, pero muchas veces se pasan las de Caín. Después cuéntame tus vergüenzas, así no nos sentimos tan solas.

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Imagen vía Thinkstock

Que se les desborde el pañal

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Ya te sabes la escena, llevas a tu bebé a conocer a alguien que es importante para tí, tu jefe o el de tu marido, la maestra de tu hijo mayor y, ras, se lanza una de esas cacas monumentales que se le desborda el pañal y todo el mundo sabe por qué saliste corriendo. ¡Asco!

Que le haga pipi a alguien encima

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Esta es clásica. Mi suegro, un hombre que era bien serio, decidió acompañar a mi esposo a cambiarle el pañal al bebé. Como si hubiese sido planificado, en el momento que salió el pañal, el niño apuntó y lanzó un chorro a la cara del conmocionado abuelo. Te imaginarás que desde entonces jamás dejé que nadie que no fuese mi esposo o yo lo cambiara o estuviese cerca.

Genialidades con eructos

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Alicia Civita

Mi hijo menor es un artista escénico de nacimiento. Él adora entretener a la gente, pero a veces su técnica es bastante cochina. Recientemente aprendió a decir el alfabeto con eructos. Su papá y su hermano mayor lo encuentran divertidiísimo, pero yo vivo con miedo de que se lance la gracia en la casa de algún amigo.

Qué no se laven las manos tras ir al baño

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En eso, mis hijos son bastante decentes, pero realmente me angustia que no sean tan diligentes en la escuela o en cualquier otra parte, como lo son en casa. Es esencial para reducir el contagio de enfermedades.

Vomito a proyectil

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Mi hijo mayor vomita con una facilidad asombrosa. Cuando era bebé se lanzaba unas vomitadas tipo proyectil que daban miedo. Era peligroso estar cerca de él cuando le sacabamos los gases. ¡Qué vergüenza!

Que se orinen la cama cuando no están en casa

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Uno de mis sobrinos tenía la tendencia a hacerse pipí en la cama cuando estaba nervioso. Ya perdí la cuenta de las veces que amaneció todo mojado en mi casa, porque extrañaba a sus papás y su cama. Mis niños aún no van a sleepovers, pero me aterra de que les pase lo mismo.

Jueguitos en el baño

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No debo ser ni la primera, ni la última mamá que encuentra la tapa del inodoro arriba y olores desagradables por la mala puntería. Me muero de la pena de pensar que así es en la escuela.

Que se laman los dedos

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Jessica Lucía/Flickr

Los he visto en ese plan y he puesto el grito en el cielo. Hay pocas cosas que me estresen más que los malos modales a la hora de comer. ¡Muy mala educación!

Que se les escape un gas

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Ha sido difícil explicarles que no es bueno aguantarse los gases, pero que es malo lanzarse uno en público. Entiendo que es una incongruencia, pero todos vivimos con eso. Mis hijos son, además, de los que se lanzan unos con olores horribles. He pasado y sé que seguiré pasando grandes vergüenzas con eso.

Que jueguen con los mocos y otras sustancias del cuerpo

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Uno de los amigos de mi hijo menor se vive tocando la nariz. Obviamente tiene mocos en las manos. Cuando le da gripe es un verdadero asco. A mí, me tortura la idea de que se le pegue la mala maña.