Mi familia, la que formé con mis dos hijos es una familia monoparental. Tuve a mis hijos sola, y salvo por el hiato que significó un matrimonio de cinco años, que terminó hace tres, la definición que mejor me calza es la de "mamá soltera". No soy la típica "mamá divorciada" y por fortuna mis hijos no son los "hijos de un divorcio". No han estado en medio de una batalla legal por su custodia, o por su manutención, no tienen que vivir en dos casas ni pasarse Acción de Gracias aquí y Navidades allá. Desde ese punto de vista nos consideramos muy afortunados. Sin embargo, ocho de cada 10 de sus amigos, son hijos de padres divorciados… Sigue leyendo para que veas qué piensan los hijos de padres divorciados.
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No nos es ajeno ver como un mismo niño tiene que lidiar con dos sistemas de normas. O tiene que irse a la casa del papá cuando quisiera quedarse con la mamá, o escucha a su mamá soltando "indirectas" sobre su papá. Es una pena que los adultos no podamos ponernos en el lugar de nuestros niños.
Mira la galería de fotos y entérate de lo que los hijos del divorcio quisieran que sus padres supieran. Comparte este post en tus redes sociales para que así más papás y mamás ayudemos a nuestros niños a sobrellevar mejor el divorcio de sus padres.
Imagen vía Thinkstock
No escondan sus sentimientos
En su empeño de proteger a sus hijos de los posibles traumas de un divorcio, muchos padres cometen el error de pretender ignorar el drama familiar que están viviendo. Y resulta que los niños no son ciegos ni tontos y además se dan cuenta de todo. TIP: Quítale el halo del misterio al divorcio. Dile a tus niños que efectivamente es una situación difícil pero que estás haciendo tu mejor esfuerzo para llevarlo a cabo de la mejor manera posible para evitar que nadie salga lastimado.
No nos digan que es lo mejor
Muchos niños se quejan de que sus padres insisten en decirles que el divorcio es lo mejor para todos, cuando para ellos significa que van a tener que mudarse, cambiar de escuela, no ver a sus amigos, no vivir con su papá y su mamá. Probablemente en el largo plazo sea lo mejor, pero para su mundo infantil significa un trastorno enorme. TIP: Reconoce que el divorcio significará una serie de cambios, algunos de los cuales serán difíciles de afrontar, pero asegúrales que estarás allí para apoyarlos incondicionalmente y hacer la transición más llevadera.
No somos propiedad de nadie
Los hijos son individuos, personas, seres humanos que merecen respeto. Muchos hijos de padres divorciados se quejan de que sus padres los utilizan como si fueran objetos en la "negociación" o en las batallas legales y psicológicas entre ellos. TIP: Jamás uses a tus hijos para castigar a tu ex o para obtener algo de él.
Siempre vamos a extrañar al otro
No importa lo felices que estén contigo durante la semana, o lo felices que estén con su papá la semana siguiente, es normal que los niños echen en falta al "otro". TIP: Se inteligente y entiende que fueron los adultos quienes se divorciaron, no los niños. No te sientas mal si tu hijo extraña a tu ex. Favorece y propicia la comunicación y cercanía de tus hijos con tu ex, no trates de separarlos.
No traten de comprarnos
He escuchado a más de un niño decir que lo único bueno del divorcio es no tener que ver a sus padres peleando y que ahora tienen dos navidades, pero a ninguno le gusta que sus papás (o mamás, según sea el caso, traten de comprarlos con juguetes o regalos costosos. TIP: Los niños se sienten incómodos cuando tratan de manipularlos así sea con bienes materiales. Se adulta y no caigas en ese juego ni le hagas el juego a tu ex.
Nos fastidia ser nómadas y andar con mochila
Ya para los hijos del divorcio es suficiente tener que andar del timbo al tambo, empacando y desempacando a cada rato. Ya es suficiente con la "mudadera" de una casa a otra. TIP: Facilítale la vida a tu niño y asegúrate de que en cada casa tenga su ropa, sus artículos personales, sus juegos.
No queremos que nos hablen mal de nadie
Los niños no son tontos y saben que si sus padres se separaron, fue por algo, pero no quieren oír a su mamá echando pestes de su papá y viceversa. TIP: Si lo que vas a decirle a tus hijos sobre tu ex no es nada bueno, entonces recuerda el dicho: calladita te ves más bonita.
No somos espías de nadie
Casi tan desagradable como que mamá le hable mal al niño de papá y viceversa, es que traten de usarlos para recabar información de lo que pasa en la otra casa. Los niños detestan que pretenda usarlos como espías o "lleva y trae". TIP: Cuándo quieras saber algo de tu ex, habla tu misma con él sin usar a tu hijo o hija como intermediario.
No nos cuenten detalles innecesarios
Los que se están divorciando son el papá y la mamá, no los hijos. Para los hijos, sus padres, aun después del divorcio, seguirán siendo sus padres y no querrán saber de los cuernos que papá le montó a mamá. TIP: No le ocultes a tus hijos la verdad del divorcio, pero no los ilustres (ni asustes, ni angusties) con detalles innecesarios acerca de las causas.
No queremos verlos sufrir
Ya tener que pasar por los avatares de un divorcio es suficiente para los hijos. Ningún niño quiere ver a sus padres deprimidos, llorando por todo, quejándose, sufriendo. TIP: Mantén la sindéresis en todo momento. En estos casos y por muy mal que te sientas, se impone la ponderación. Si necesitas un hombro en el llorar, para eso están las amigas.
Nos importa que nuestros padres estén bien
Tarde o temprano los hijos de padres divorciados entienden que su mamá y su papá tienen derecho a volver a tener pareja, casarse y ser felices. TIP: Ten paciencia que cuando encuentres a la persona adecuada, tus propios hijos la acogerán en el señor familiar. Eso sí presta atención a lo que tus hijos piensen y digan. Su opinión cuenta.
Sabemos que ese amigo es más que un amigo
Los niños no son tontos. Por el contrario, se dan cuenta de todo. Saben que tu nueva pareja no es solo un amigo. Y por supuesto les preocupa si van a tener que compartir el tiempo de su mamá (o papá) con esta nueva persona. Si tendrán que hacerle caso. Si les impondrá nuevas normas. TIP: No le presentes a tus hijos a ninguna pareja potencial o real, a menos que ambos estén seguros del paso que van a dar y de que la relación es seria.
