El acné durante el embarazo es más común de lo que imaginas. De hecho, me atrevo a decir que pocas se lo esperan, terminando con graves marcas o manchas una vez que dan a luz. Para ayudarte a prevenir y aliviar las molestias del acné, te doy cinco trucos que aprendí antes de tener a mi primer hijo. ¡Verás que sí funcionan!
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Jamás pensé que durante en el embarazo iba a tener el peor acné de mi vida. ¡Es irónico! Ni de adolescente sufrí de eso, salvo los ocasionales barritos. Pero la realidad me golpeó directo en la frente cuando a los cuatro meses de gestación parecía más bien un muchachito en pubertad que una madre primeriza. Gracias al "Doctor Google" y montones de paciencia, entendí que hay pocos cosméticos y lociones seguras en este periodo. Así que me fui por la vía natural. ¡Toma nota!
-Cambia los jabones: En vez de utilizar jabones o espumas para lavar el rostro, utiliza aceite puro de argán o de camelia para retirar el maquillaje y limpiarlo a profundidad. Un rostro hidratado es menos propenso a espinillas.
-Miel y limón: Si el acné es sólo un brote (sin sangre o ya explotado), aplica con un hisopo una mezcla de miel y limón todas las noches. Ambas tienen propiedades fungicidas que matarán las bacterias y aclararan las manchas. Eso sí, ¡no olvides el protector solar!
-Tonifica: Deja a un lado los astringentes a base de alcohol y utiliza agua de rosas. Los delicados componentes de este tónico alivian las molestias del acné y previenen los brotes futuros.
-Nutre la piel: Mi mascarilla favorita para el acné en el embarazo, era la avena, el perejil, limón y aceite de oliva. Mézclalo hasta que te quede bien espeso y úntalo en tu rostro por media hora. Verás que aunque los granitos no desaparecen enseguida, si amanecerán mejor.
-Combátelos: Si explotaste un barrito o está a punto de salir, coloca un puntico de aceite de árbol de té alrededor de la zona para evitar infecciones. ¡Y te calmará el dolor!
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