La relación entre mamás e hijas es interesante sobre todo cuando las niñas entran en la pubertad y la adolescencia. Ellas están tratando de buscar su propia voz y nosotras como mamás a veces tenemos problemas con sus desiciones. Tanto nuestras hijas como nosotras tenemos una idea clara de cómo se deben vestir, actuar y hasta reaccionar ante diferentes situaciones. A veces queremos decirles una cosa pero disfrazamos el significado para que no suene muy agresivo. En mi experiencia, es mejor decir lo es sin tantos rodeos para no caer en la trampa de lo pasivo con significado agresivo.
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1. ¿Te vas a poner ese vestido?: El tono de pregunta va a ser que tu hija se moleste y las dos terminen peleando. Si no te parece apropiado lo que tiene puesto, dilo con sinceridad y lleva otra alternativas contigo. A mi siempre me funciona cuando le digo que se ponga algo mío que le gusta.
2. ¿Te hiciste algo diferente en el cabello?: Para ella eso significa que tiene el cabello feo y se le ve mal. Más bien dile que compraste una mascarilla para el cabello buenísima y las dos deberían probarla el fin de semana.
3. ¿Quieres volverte vegetariana?: Si quieres que tu hija deje de comer tantas chucherías y comidas procesadas no tengas esos alimentos en la casa. Para ella esa pregunta significa que tu crees que ella está gorda. Créeme que a nadie le gusta oír ese comentario especialmente una adolescente.
4. ¿Ya terminaste todo tan rápido?: Si lo que realmente quieres decir es: has algo más valioso con tu tiempo entonces dilo de frente. A mí me funciona bien un cronometro para cuando mando a mi hija a ser actividades que son tediosas.
5. ¿Tus amigas son creativas?: Si te parece que sus amigas son una mala influencia porque no hacen nada, no las critiques pero busca actividades para tu hija. Cualquier tipo de actividad extracurricular para que tu hija esté ocupada.
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