El video donde un empleado de un centro de piercings trata de manera casi violenta de perforar las orejas de una niña de unos 9 años, mientras la chiquilla, muerta de miedo, ruega que no lo haga, me ha resultado realmente chocante y hasta bochornoso. No hay nada más desagradable que ver a una madre forzando a un hijo a hacer algo, para lo que no está preparado emocionalmente. Yo sé que en nuestra cultura occidental, ponerle pendientes o aretes a las niñas, es una costumbre muy arraigada. Pero hay maneras para todo. Y justamente para evitarles experiencias traumáticas a las niñas, se recomienda hacerlo, cuando están recién nacidos. Te contaré más.
Lee Más en ¿Qué más?: Las 10 cosas que debes saber antes de dejar de lactar a tu bebé
El experto en piercings, Pretty Ricky, colgó el video en Facebook que se volvió viral, rápidamente con la siguiente nota: "Esta niña casi se vuelve loca cuando yo estaba tratando de perforar sus orejas, vean el video hasta el final", según publicó la cadena Fox2.
Estoy indignada con este video y con la rudeza de esta madre. En verdad me resultó una tortura verlo hasta el final. La niña estaba aterrada, llorando y suplicando que no le hicieran eso. Y el tipo le dice "Se supone que te portes como una niña grande". Mientras la madre la regaña y le dice que eso será rápido. El comportamiento de esta madre es de un sadismo digno de una película de suspenso. Las madres tenemos que tratar de ser asertivas. Si vas a llevar a tu hijo a algo como eso, primero convéncelo para que digiera el asunto y evitar que sufra. Y si quieres que tu hija luzca sus aretes, lo ideal es hacerle las perforaciones cuando está recién nacida. Así le resulta menos doloroso. Pero cuando ya es grande, el asunto es una verdadera tortura china. Y después de mucho forcejeo el hombre logró perforarle las orejas a la niña.
Pero la pequeña no estaba feliz, al contrario, se mostraba triste y dolida con aquella experiencia. A mí también me ha dolido lo que le hicieron a esta niña de Chicago, porque me hizo recordar mi propia experiencia con el tema de las orejas. A mí no me abrieron los agujeritos de niña. Y siempre en la escuela veía a las demás niñas con sus aretes. Le reclamaba a mi madre que por qué no lo había hecho cuando yo era más pequeña. Mi madre simplemente no estaba de acuerdo con tal coquetería, porque a su vez a ella nunca le perforaron sus orejitas y ella nunca lo echó de menos.
Así que cuando yo tenía 13 años me armé de valor y le pedí a una vecina que era enfermera que lo hiciera, pero lo hice por convencimiento propio, incluso contra la voluntad de mi madre. Me dolió un poquito, pero yo estaba feliz con mis nuevos aretes, era toda una coquetería. ¡Pero por Dios! Si la niña no quiere, no veo razón para someterla a semejante estrés. Si llegas a adolescente y te hace falta ponerte aretes, ya decidirás por cuenta propia hacértelos. Todo tiene su tiempo bajo el sol como dicen las sagradas escrituras. Yo me opongo a todo aquello que represente un sufrimiento innecesario para un niño. !Todavía estoy conmovida!
Embedded content: https://youtu.be/MJU9gnGvPZs
Imagen vía iStock