Estamos perdiendo la cordura y los buenos modales. La historia que te voy a contar me ha indignado muchísimo y no se trata de dinero, si no del mal gusto que algunos padres de familia tienen por motivos tan innecesarios. Un niño de 5 años recibió una multa por no haber asistido al cumpleaños de un compañerito del kínder. ¡Hazme el bendito favor! La multa llegó por escrito en la mochila del pequeñín y no te imaginas cuáles son las razones. Me parece de tan poca clase estas acciones, pero lo peor es que los padres del niño invitado también hicieron lo suyo.
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La nota exigía el reembolso de $24 dólares, el costo del boleto que habían comprado para que Alex asistiera a esquiar a un club de Plymouth en Inglaterra, para festejar el cumpleaños de su amiguito. Como no asistió, el padre del cumpleañero ahora le exige a Derek Nash, el padre de Alex, que pague por el boleto perdido. ¡Inaudito!
Creo que el padre de Alex se quedó con la boca abierta por un buen rato y explica que su hijo no asistió a la fiesta porque no se habían acordado que ese día tenían ya un compromiso con sus abuelos. Por supuesto que debieron avisarle al cumpleañero que Alex no asistiría, pero el papá de Alex asegura que no tenían el número telefónico de la familia para hacerlo, y así comenzó una fea guerra entre padres.
La madre del cumpleañero dice que la información de contacto, estaba en la invitación, por lo que no había excusa y por lo que ella estaba pidiendo el reembolso. Y bueno, de ser cierto esto, también me parece que los padres de Alex actuaron con irresponsabilidad, si se hubiera tratado de una fiestecita en casa, no pasa nada, pero cuando sabes que la invitación de tu hijo está generando un gasto importante, creo que también los buenos modales exigen una disculpa y un aviso a tiempo. Yo con tal de terminar tan bochornoso evento, pagaría con la boca cerrada; y si fuera la madre del cumpleañero, no les cobraría. Please!
Lo que más me preocupa en todo esto es que los niños, que en realidad no tienen ninguna injerencia en la acción de los padres, terminarán enemistados y peor aun, me aterra la clase de ejemplo que les están dando sus padres: unos carecen de compasión y los otros, de respeto. No hay ni a quien irle.
Imagen vía Derek Nash/Facebook
