Muy pocas personas hablan de los cambios emocionales que las mamás experimentan cuando tienen su bebé. Aunque existe la presión social de sentirse feliz, el cambio de hormonas y de la rutina diaria junto a la falta de sueño hacen que algunas mamás se sientan tristes. Hay una diferencia entre la tristeza y la depresión después del parto, y aunque una es más severa que la otra, las dos son válidas y son una realidad. Sigue leyendo, mami, para que veas cómo evitarlo y solucionarlo.
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La tristeza o "blues" después del parto es más común de lo que te imaginas y afecta a un 80 por ciento de las madres. La verdad es que es muy normal porque de repente dejas de dormir muchas horas, tienes que aprender a cuidar a una criaturita y todo es nuevo. Lo desconocido asusta y crea angustia lo cual nos hace sentir un poco sensibles. Por otro lado, la depresión después del parto es una condición severa que afecta a un 20 por ciento de la mamás y debe ser tratada profesionalmente.
Afortunadamente hay cosas que podemos hacer para prevenir esos bajones emocionales y disfrutar lo más posible de las primeras semanas de nuestro bebé. Sigue estos consejos:
1. Vitaminas y ácido fólico: Como las hormonas están completamente revueltas, es importante seguir tomando las vitaminas de maternidad y el ácido fólico ya que ayuda con el sistema nervioso.
2. Duerme bastante: Sé que suena imposible, pero tienes que hacerlo. Busca ayuda para que duermas cuando el bebé duerme. Si no lo estás amamantando, deja que tu esposo u otro familiar lo alimente. Es importante dormir porque el cansancio da depresión.
3. Muchas proteínas: El bebé se comía la mayoría de tus nutrientes cuando estaba en la barriga, ahora que está afuera tienes que volver a nutrir a tu organismo. Una dieta alta en proteína ayuda a regular el desequilibrio hormonal.
4. Tiempo para ti: El hecho de que tengas a un recién nacido en la casa no significa que no puedes salir. Aunque no lo quieras, debes salir y despejar la mente y hacer actividades sola. Ve al gimnasio porque el ejercicio ayuda a combatir los bajones emocionales.
5. Mantén la mente ocupada: Si tiendes a sufrir de depresión, asegúrate de tener una distracción fuera de cuidar al bebé. Lee libros sobre la crianza, aprende a preparar compotas caseras o dedícate a decorar el cuarto del bebé.
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