Estoy convencida que la revolución hormonal que sufrimos las mujeres cuando estamos esperando un bebé, viene con algo que promueve la preocupación y el miedo. No sé si es una reacción química, o sencillamente el peso que sentimos cuando sabemos que tenemos otra vida dentro, de la que somos totalmente responsables, pero todavía no he conocido una futura mamá que no tenga la cabeza llena de temores durante el embarazo.
Decidí hacer una lista de los 10 más frecuentes, aunque creo que cada mujer tiene sus propios mieditos personales. Léela a ver si estás pasando o pasaste por esto. Estoy segura que más de uno te va a resultar familiar.
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1. ¿Iré a abortar? No hay una época de la vida en la que las mujeres estemos en mayor sintonía con nuestro cuerpo. Sentimos todo y lo evaluamos todo, con miedo a que cualquier sensación indique peligro para nuestro bebé.
2. ¿Es esto normal? Como todos los embarazos son diferentes, todas las mamás nos hacemos esta pregunta, no sin temor. Las primerizas, obviamente, lo hacen más a menudo.
3. ¿Será que mi esposo ya no me encuentra atractiva? Aunque la mayoría sentimos un mayor deseo sexual durante el embarazo, muchas dudamos en expresarlo, por el miedo a ser rechazadas. Nos han metido tanto en la cabeza que los hombres solo quieren mujeres delgadas, que no nos damos cuenta de la sensualidad del embarazo.
4. Nunca voy a quedar como antes. Ese es un miedo que se vuelve realidad. El cuerpo ha cambiado, pero muchas veces es hasta para mejor. Conozco a muchas mamás que durante el embarazo aprendieron a cuidar mejor su alimentación y han mantenido esos hábitos. Lucen mejor que nunca.
5. Me voy a morir en el parto. Ya sea por complicaciones médicas o del dolor. Afortundamente, los fallecimientos materno-infantiles están en sus menores niveles de la historia en el mundo desarrollado. Si has ido al médico regularmente, existen muy pocas posibilidades de que te pase algo. Ahora, duele, pero nadie se muere por eso.
6. Estoy envenenando a mi hijo. Recuerdo el remordimiento horrible cada vez que me tomaba una taza de café o comía algo con colorante. Deshazte de esa vocecita insolente. Hay que comer bien y cuidarse, pero tampoco hay que exagerar.
7. Los senos me van a quedar por la cintura. Con lo grande que se ponen, no solo durante el embarazo, si no cuando estamos amamantando, es un milagro que luego vuelvan a la normalidad, pero ¿sabes qué?, sí lo hacen.
8. Voy a quedar como un tunel doble allá abajito. La vagina retorna a su estado natural. No la vas a tener como una niña de 15, pero el placer para ti y para él, retorna.
9. ¿Será que mi bebé viene sano? Eso era lo que más me quitaba el sueño con mis dos barrigas. Me hice todos los exámenes habidos y por haber. Sin embargo, el miedo no se me quitó hasta que mis hijos fueron creciendo y exhibiendo los avances típicos de cada etapa. Lo cierto es que lo vas a amar venga como venga, pero si hubiese algún problema, los médicos pueden, hoy en día, detectarlos casi todos.
10. ¿Seré buena madre? Si desde ahora estás preocupada, seguro que sí. No vas a ser perfecta, eso debes tenerlo claro y aceptarlo desde ahora. Es más, tus hijos te van a reclamar hasta las cosas que estás segura que hiciste bien. Al final del día, lo único que cuenta es que les hayas enseñado a ser personas éticas, bondadosas y que les hayas dado mucho amor.
Pero te voy a dar un consejo más. Solo ocúpate de atender las cosas que puedes solucionar. Trata de no preocuparte, el estrés no le hace bien al bebé. Si hay algún problema, ya te vas a enterar más temprano que tarde. Por ahora, disfruta tu embarazo.
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