Me da mucha pena enterarme que como medida de protección para su futuro bebé, el médico le recomendó a Alejandra Espinoza adelantar la fecha de su parto. Una condición que padece llamada trombosis pone en riesgo su salud y la de Mateo, el bebito que viene en camino.
Muchas madres se pueden ver reflejadas en su caso, por alguna situación que implique el nacimiento del bebé antes de las 37 semanas de gestación, lo cual se considera parto prematuro. Te explico cómo evitar complicaciones con unos tips de cuidado.
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Cualquier mujer embarazada puede tener un parto anticipado. Te cuento que según cifras oficiales, el 12 por ciento de las madres en todo el planeta sufren un parto prematuro. Por lo que es bien importante saber cómo prevenirlo. Obviamente, lo primero que debes hacer es realizarte un chequeo general con tu doctor cuando estés planeando encargar un bebito. Recuerda que tu salud influye en que todo se desarrolle con normalidad.
Si padeces de alguna enfermedad como en el caso de Alejandra, debes informarte bien de los riesgos y cuidados que debes mantener durante los 9 meses de gestación. A la bella presentadora le prohibieron viajar y hay madres a quienes les toca reposo parcial o absoluto. Otras deben visitar con frecuencia al doctor pero todas, deben hacer sacrificios razonables para garantizar el bienestar antes y después del parto.
La diabetes gestacional y la preeclampsia, que se manifiesta como hipertensión, son dos los motivos de parto adelantado. Para evitarlas debes comer muy saludable y en caso que el médico no indique lo contrario, hacer ejercicios prenatales moderados.
La hidratación adecuada también es importante para que el parto suceda como corresponde. Lo lógico es que bebas al menos dos litros de agua diariamente durante el primer trimestre y luego, aumentes su consumo a tres litros. Te advierto que si no estás tomando líquido suficiente, es posible que te vengan contracciones adelantadas. Tampoco aguantes las ganas de orinar porque te perjudica.
Para curarte en salud, evita cargar objetos pesados o realizar esfuerzos físicos exagerados. Estar agobiada o estresada es contraproducente, por lo cual es preferible pedir ayuda antes que poner en riesgo tu embarazo. Consumir ácido fólico antes y durante todo el embarazo es súper importante para aminorar las probabilidades de un parto adelantado.
Vigila tu peso antes y durante la gestación. Si tienes sobrepeso o estás más delgada de lo normal, tendrás mayores posibilidades de un parto prematuro. También es imprescindible que evites ser fumadora aunque sea de manera pasiva; aléjate del tabaco, el alcohol y cualquier tipo de drogas.
Si ya tienes hijos, evita quedar embarazada durante seis meses después de haber dado a luz. Embarazos contínuos también son causa del nacimiento prematuro de algunos bebitos. Como consejo final, vigila las infecciones y está pendiente a cualquier síntoma físico fuera de lo normal, como sangrado vaginal, contracciones frecuentes o dolor al orinar, entre otras. Consulta con tu ginecólogo en caso de cualquier duda.
Recuerda: un embarazo feliz y un parto normal dependerá en gran medida de tus cuidados.
Imágenes vía Mezcalent. Thinkstock
