Te pido disculpas de antemano, pues voy a plantar en tu cabeza una idea desagradable, pero necesaria. Créeme. ¿Te has puesto a pensar en todos los peligros que nos rodean en nuestras casas? No es algo que me obsesiona, pero de vez en cuando –como hoy- se me asoman algunos miedos. No es que sea una mamá paranoica ni mucho menos. Lo que pasa es que me acabo de enterar del caso de un niño de ocho años, en Pennsylvania, que perdió tres dedos por culpa de un horno de microondas.
La historia nos tiene que servir a todas las mamás, que nos relajamos en la casa con vigilar a los chiquitos. Hay que educarlos sobre cómo protegerse, hasta dentro de nuestras cuatro paredes.
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El accidente del que te hablo ocurrió en un departamento al norte de Filadelfia. Aparentemente, el niño no estaba siendo supervisado en la cocina y algo puso en el horno microondas, que lo hizo estallar, produciéndole serias quemaduras y arrancándole sus dedos. La escena debe haber sido aterradora para él y para su familia. Hasta llegaron los bomberos, que se demoraron unos 10 minutos en controlar el fuego. El chico está hospitalizado y los médicos han calificado su caso como grave.
Esto le puede pasar a cualquiera, en especial si el horno tenía algún desperfecto y explotó solo. Sin embargo, la teoría –que aún no ha sido confirmada- es que el pequeño metió algo inadecuado en el microondas.
Se me hiela la sangre de pensar que pudo haber sido cualquiera de mis hijos. Todavía recuerdo cuando vi a mi niño mayor meter una olla de aluminio en el microondas y el salto que dio con mi grito. Quedó traumatizado por un buen rato, pero no se le volvió a olvidar que los microondas y los metales son enemigos.
Aquí te dejo con una lista corta, pero importante, de lo que no se debe meter en el microondas. Te recomiendo que obligues a tus niños a estudiársela como si fuera la lección de la escuela. Podría evitarles muchos disgustos a todos.
1. Cualquier cosa con metal. Así sea un ribete de oro en los platos de boda que te regaló el tío rico de tu esposo, o el asa de la cajita de papel de la comida china. Nunca metas nada de metal en el microondas, a menos que quieras que explote la cocina.
2. Nada de plástico. A menos que diga que está diseñado para microondas. Aun así, si puedes evítalo. El plástico se derrite (con lo cual te quemarías), pero además se degrada. Cada vez que pasa por el calor intenso de las microondas le quedan partecitas de plástico a la comida.
3. Nada de cáscara dura. Si quieres pasar una hora limpiando el microondas, haz la prueba y métele un huevo en la cáscara. Te juro que no estoy exagerando.
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