“Mis hijas tienen SIDA y son tan normales como las tuyas”

Jen Mosher es una fotoperiodista que revolucionó el Internet cuando escribió una carta abierta desde el corazón sobre su experiencia como madre de dos niñas con VIH. Cansada del tabú y de los estereotipos que rodean a los niños con SIDA, Jen decidió hacer la diferencia y adoptó a dos niñas en China con el virus. Después de haber trabajado en un orfanato de niños enfermos en África, Jen inició el proceso en el país asiático y está feliz con sus pequeñas. En la carta Jen confiesa que tiene a sus dos hijas enfermas y que los otros padres no tienen ni idea de su condición.

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Por ley Jen no está obligada a divulgar el estado de salud de sus niñas en el colegio, campos de veranos o centros de actividades extracurriculares. Su carta es para todas las madres de los niños que juegan y disfrutan de las mismas actividades que sus hijas. A ellas les dice que no tengan miedo porque sus hijas no son contagiosas.

Jen nunca se imaginó que la carta iba a tener tanta acogida. La respuesta positiva que  recibió por parte de la comunidad nacional y mundial le restauró la fe en las personas. Su esposo y ella, decidieron adoptar a esas pequeñas con la enfermedad porque los niños con SIDA y huérfanos son considerados casi desechables. Muy pocas personas tienen la valentía de adoptarlos por miedo a contagiarse. Jen hace todo lo que las mamás hacemos, le limpia las hemorragias nasales a sus hijas, los mocos, le cura las rodillas ensangrentadas sin temor de contraer el virus. Aunque está comprobado que la enfermedad no se transmite de esa forma, la ignorancia de muchas personas les impide hacer lo correcto.

Gracias a los avances de la medicina en cuanto al VIH se refiere, el virus está controlado. Sus hijas toman sus medicamentos y van a tener una vida normal como cualquier otra niña. Ellas se van a poder casar, tendrán hijos sin el virus y vivirán una larga vida. Como madre me parece tan hermoso que Jen haya escrito esa carta y que haya recibido la respuesta y la reacción que tuvo. Muchas madres se pusieron en contacto con ella, invitaron a sus hijas a jugar y le agradecieron su sinceridad. Ojalá y sus palabras hagan que el estigma que rodea a estos niños se elimine por completo.

Imagen vía Corbis