No sé si a ti te sucedió, pero yo todavía recuerdo la primera vez que llevé a mi hija mayor, entonces recién nacida, a un centro de salud para aplicarle su primera vacuna. Estaba tan angustiada que fue mi mamá quien entró al consultorio del doctor con la bebé y quien la sostuvo en brazos cuando le aplicaron la inyección.
La experiencia fue difícil. Hubiera querido estar con ella pero no me sentía capaz de hacerlo. Lloraba solo de imaginar el dolor que podría sentir y eso me partía el corazón.
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Con el tiempo, y después de muchas visitas al pediatra para completar las vacunas requeridas, entendí que la calma que le trasmites al bebé al momento de recibir la inyección es tan importante como el beneficio que obtienen de dicha inmunización. ¡Tal vez por eso con mi segunda hija todo ha sido mucho más fácil y tranquilo desde el principio!
¿Por qué les cuento esta historia? Porque creo que al igual que yo, muchas mamás, en especial las primerizas, entran en pánico y desconocen qué hacer cuando sus bebés son vacunados. Y el saber cómo actuar en ese momento es tan importante para la madre como para el recién nacido.
Para tener en cuenta: Por eso, si quieres saber cómo hacer más fácil la experiencia de la primera vacuna de tu bebé, te invito a tener en cuenta las siguientes recomendaciones. Son muy similares a las que recibí de los pediatras de mis hijas y fáciles de poner en práctica.
1. Relajarse. Es normal que te sientas ansiosa pero recuerda que, aunque tu bebé puede sentir dolor, éste será leve y pasará pronto. Al estar tú relajada, él o ella estarán más tranquilos.
2. Abrazar al bebé. Los pequeños que permanecen en brazos de sus madres al momento de recibir la vacuna lloran menos, señala dicha entidad. Así que abraza a tú bebé y si estás amamantándolo, intenta hacerlo justo antes o durante el momento en que le aplican la inyección.
3. Distracción. Intenta distraerlo con tu voz o caricias. ¡Esto lo consolará más rápidamente!
Recuerda siempre hablar con tu pediatra ante cualquier duda con respecto a la salud y el bienestar de tu hijo.
Imagen vía Thinkstock
