Hello Kitty es uno de los personajes infantiles más exitosos que se hicieron famosos alrededor del mundo y que todavía tienen vigencia. Por más de cuarenta años, generaciones de abuelas, madres e hijas han crecido y adorado a la coqueta gata con el lacito en la cabeza. Desafortunadamente mis amigas, déjame arruinarte tu infancia por un segundo porque resulta que la adorada felina no es una gata. Así como lo oyen, ella es una niña inglesa, llamada Kitty White hija de Jorge y María White. ¡Puedes cerrar la boca!
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Como si no fuera difícil aferrarse a la infancia y prevenir que nuestros hijos crezcan rápidamente, noticias como ésta nos arruinan la infancia. Me pregunto: ¿Por qué divulgar ese tipo de noticia? ¿Por qué destruir la impresión que muchas niñas teníamos acerca de la gatita? ¿Qué quieren ganar los promotores de dicha noticia?
Honestamente no comprendo el objetivo de esta publicidad. La autora y antropóloga Christine R. Yano, escribió un libro sobre la globalización del personaje y parece que tiene la intención de destruirles la ilusión a muchas niñas alrededor del mundo. No entiendo cuál es el afán de acabar con la magia. Nosotras no tenemos que saber que Hello Kitty es una niña de signo escorpio, una amiga como cualquier otra a quien le encanta el pastel de manzana y quien vive a las afueras de Londres. ¿Por qué humanizar este personaje? Voceros de la marca Sanrio dijeron que el personaje no es una gata, pero que está inspirado en el animalito.
Mamis, hay que aferrarnos a las cosas que mantenga la llama de la creatividad viva en nuestros hijos por bastante tiempo. Hay que aferrarse a la infancia y extenderla lo más que se pueda. Con todas las malas noticias que hay diariamente, es importante refugiarse en memorias de nuestra niñez para crear un balance emocional. Si tu pequeña dice que Hello Kitty no es una gata, no seas realista ni le expliques los detalles del artículo. Pregúntale que a quién cree que se parece y estoy segura que dirá que a una gata y será el final del enigma. Defiende con mucho celo las cosas mágicas de la infancia porque siempre habrá un incrédulo que querrá destruir los sueños.
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