Una tradición antigua hecha nueva

Cuando era pequeña, mi abuela solía llevarme a comprar los útiles escolares todos los años. Era un día muy especial. Íbamos nosotras dos solas, tomábamos el tren al centro y allí yo podía escoger el vestido para regresar a clases. En ese momento parecía como si ella me dejara escoger lo que yo quisiera, pero ahora que soy mamá, me doy cuenta que ella buscaba maneras para hacerme escoger cosas más económicas y apropiadas. Parecía que cualquier vestido que escogiera con ella, terminaba siendo mi favorito.

Mis hijos no tienen tanta suerte como yo. Ellos no tienen a sus abuelos viviendo cerca. Todos los años siento un poco de tristeza por esta época de regreso a clases porque recuerdo aquella tradición de mi infancia.

Pero después me di cuenta que puedo originar mi propia tradición familiar. No tiene que ser la abuela quien lleve a mi hija a hacer las compras para el regreso a clase. ¡Puedo ser yo!

Lo pensé por un rato y se me ocurrió un plan "Target". Claro, todas las generaciones quieren ser mejor que las anteriores, así que agregué algo nuevo a nuestro día. Decidí que iba a ser un día de compras de todas las cosas necesarias para el regreso a clases. No solo íbamos a comprar la ropa, sino también los útiles escolares.

A mi hija le encantó la idea. Y más aún, le encantaron todos los estilos para volver a la escuela que Target ofrecía. La parte más difícil fue hacerla escoger un solo atuendo especial. De todas formas, me aseguré de recordar el tipo de ropa que más le gusta para volver después y comprarle más. Yo quería conservar esa parte de la tradición: comprar sólo un vestido especial para el primer día de clases. Los tiempos han cambiado y en vez de comprar un vestido elegante, ella decidió comprar un par de jeans y una camisa rosada con unos zapatos brillantes. Estaba muy emocionada.

Yo estaba muy contenta de ver a mi hija tan feliz, pero lo que más me puso contenta fue darme cuenta de lo sencillo que fue hacer las compras. Fuimos a la sección llamada "School Shop" y encontramos todos los útiles escolares que estaban en la lista, ¡incluyendo una mochila nueva!

Ya estoy pensando en el día de compras para el regreso a clases del próximo año. En dos años, mi hijo empezará a ir al kínder y haré lo mismo con él.  Eso sí, me aseguraré de que vayamos en días separados para que se sientan tan especiales como yo me sentía cuando mi abuelita me llevaba a hacer las compras para la escuela.

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