Nadie ha dicho que sea fácil, la tarea de disciplinar a los hijos. Probablemente sea uno de los asuntos más difíciles como padres. Pero es algo que tenemos que hacer si queremos que nuestros pequeños sean personas de bien y alcancen sus metas en la vida. Y cuando impartimos disciplina nos arriesgamos a ser 'antipáticas', pero no queda otra. He visto parejas en que uno de los dos asume el rol de "bueno" y el otro es "el malo". Esto a mi modo de ver es erróneo, porque tanto el padre como la madre, deben ser coherentes al dictar las normas y directrices del hogar. Y el niño puede llegar a creer que uno de los dos (el malo o mala) no lo quiere. Como padres no queremos que esto ocurra. Ambos padres deben buscar siempre ser justos con el niño.
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Y durante la crianza, muchos padres, se preguntan cómo hacer para lograr que el niño obedezca y 'marche por el carril". Y por lo general se recurre al castigo para sancionar cuando el niño hace algo indebido, y se usa el premio cuando se destaca en algo. Pero esa onda de "premio" y "castigo" también tiene sus desventajas y debemos usarlos con prudencia.
La psicóloga Nancy Steinberg, del sitio BBCMundo advierte sobre los pros y contras del premio y el castigo. Considera la especialista que "los castigos son eventos desagradables tanto para el que los recibe como para el que los da. Mientras que el premio es un evento agradable que condiciona la conducta".
La trampa en ambos casos, a juicio de Steinberg es que el niño hace las cosas por razones equivocadas o para evitar el castigo o para ganar un premio. Como madres debemos intentar, que el niño comprenda y asimile que si él estudia y obtiene buenas calificaciones es porque eso le va atraer beneficios, no es para ganarse un paseo a Disney, por poner un ejemplo.
Otra psicóloga, Silvia Álava de la Guía Infantil cree que el castigo en la mayoría de los casos, es poco efectivo.
Ella considera que el objetivo de la educación a nuestros hijos es consolidar las conductas positivas y eliminar las conductas negativas, y eso se consigue mucho mejor mediante el 'refuerzo positivo'. "Considero 'refuerzo' a cualquier consecuencia positiva, y ojo, no lo equivoquemos con premios materiales, el mejor refuerzo para los niños puede salirnos muy barato, es la atención de sus padres", dijo Álava.
Yo como madre, usé mucho más la onda del 'refuerzo positivo' con mi hijo. Y esto se logra compartiendo tiempo de calidad. Interesándote por sus asuntos. Elogiando sus aptitudes. Felicitándolo por su empeño, por su dedicación, en fin. Se logra relacionándote en un "clima de positiva armonía" con tu hijo. Y cuando logras ese clima, el castigo, se convertirá en una "herramienta" que usarás muy pocas veces. ¡Suerte!
Imagen vía Thinkstock