¡Qué enfadada estaba ese día que llegué a recoger a mi hijo y la maestra me dijo que otro niño lo había mordido! ¡Le había dejado los dientes marcados! La maestra no me dijo quién fue, pero mi hijo sí, y recuerdo que cuando lo vi, le puse unos ojos que hasta el pobre niño se asustó. Todo quedó ahí hasta que fue mi hijo el que mordió, entonces entendí que había que hacer algo al respecto porque, como yo, los padres del otro niño no iban a estar nada contentos.
Lee más en ¿Qué más?: 4 Consejos para que tus hijos se conviertan en verdaderos líderes
Para que tu hijo no termine como el futbolista Luis Suárez, es importante saber por qué muerde.
- Tu pequeño puede morder para demostrar un sentimiento muy intenso.
- Por curiosidad porque está conociendo su cuerpo, y siente el impulso de morder pero no es su intención hacer daño.
- Hay niños que muerden para defenderse, especialmente si no pueden decir que es lo que está pasando.
- Para controlar y que los demás hagan lo que quiere o para marcar su territorio entre otros niños.
- Hay veces que los niños son sometidos a situaciones fuera de su alcance y esa situación les provoca enojo o frustración, y la manifiestan mordiendo.
Tú, mejor que nadie, sabes la situación que vive tu hijo y cuáles pueden ser sus motivos. Ahora, ¿qué hacer si tu hijo muerde?
- No reacciones violentamente y mantén la calma, ¡no lo vayas a morder!, eso le causa confusión y lastima sus sentimientos.
- Si cuándo muerde la primera vez, tu reacción es clara y determinante, puede que sea la última. Ve hacia él y apártalo y dile algo así como: "¡eso no!" Se amable y cariñosa cuando lo detengas, pero firme, no le des largos sermones, pero deja claro que morder no está bien.
- Si tu hijo muerde constantemente, puedes estar alerta para prevenir que muerda. Si ya identificaste qué detona que tu hijo muerda, evítalo antes de que lo haga, así como prevenir las situaciones que lo llevan a morder.
- Dile a tu hijo que acuda a ti cuando esté enojado o frustrado, tú le darás el consuelo que él necesita.
Generalmente cuándo los niños agreden y muerden, pegan o patean, es porque hay algo que no está bien, asegúrate que el entorno en el colegio o la guardería no sea un ambiente conflictivo, que en casa encuentra el amor, la atención, los cuidados y la conexión que necesita. Morder es más común de lo que creemos y es, hasta cierto punto, normal. Esta es una de las circunstancias donde nosotros los padres debemos poner más cerebro y menos corazón.
Imagen vía Thinkstock