Esta mujer es un ángel sin alas en la tierra. Katrina Velásquez-Puno, una madre filipina pensó en todos los niños del mundo a la hora de amamantar a su pequeño Marcus.
En noviembre pasado su país acababa de atravesar una de las peores tragedias naturales y esta buena samaritana aprovechó la gran cantidad de leche que obtuvo de su maternidad, para envasarla, congelarla y ponerla a disposición de muchos bebés que estaban urgidos de alimento.
Observar su refrigerador repleto de su propia leche, para ser donada a angelitos que ni siquiera conoce es algo que me enorgullece como mujer y enaltecería a cualquier mamá. ¡Tienes que verlo con tus propios ojos!
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Lo que hizo esta señora filipina no tiene precedentes. Jamás había conocido de alguien que hiciera algo tan espontáneamente sanador. Estoy segura que ella pone su cabeza en la almohada cada noche con una enorme sonrisa.
En un momento crucial por el paso del tifón Haiyan, conocido en su nación como Yolanda, ella pensó en llevar alivio a los seres más inocentes de las áreas mayormente afectadas.
Las cifras oficiales reportaron más de 10 mil muertos, dejando como consecuencia más de 5 millones de niños en necesidad. Algunos huérfanos y desprovistos de lo esencial para subsistir, incluyendo su alimentación.
Nada mejor que la saludable leche materna. Gracias a Katrina (Irónicamente lleva el mismo nombre del huracán que azotó el Atlántico en 2005) muchos de ellos sobrevivieron. Fue un milagro y me pongo a pensar cómo lo hizo.
¡Simplemente con mucha voluntad! Su producción de leche es de 1.4 litros diarios, la misma cantidad que produce cualquier mamá después de dar a luz, según explica el doctor Jane Miclat, un médico ginecólogo y obstetra.
Si otras mujeres hubieran pensado igual, se habría conseguido aliviar a muchos más hogares en medio de la desgracia. ¡Hay tantas maneras de ayudar que ni siquiera consideramos!
Es incontable lo que una sola persona puede aportar al mundo. Le damos infinitas gracias a la señora Velásquez-Puno, en nombre de tantas familias quienes se vieron beneficiadas con el preciado líquido natural donado para sus bebitos.
Su acto de benevolencia no tuvo despedicio y presiento que eso se le devolverá en un montón de bienestar, para ella y su hijito.
Imágenes vía Cherle/Flickr, News.com.au