El fútbol siempre me ha parecido lo más cercano que tenemos en nuestros tiempos a los eventos tribales del pasado. Nos pintamos la cara para representar al equipo de nuestros amores, gritamos y hasta nos peleamos con los familiares y vecinos que no comparten nuestra pasión. ¿Qué mejor momento para hacer sentir a nuestros niños con necesidades especiales parte de nuestra tribu, uno más del grupo?
Ese deseo de pertenecer a un todo es compartida por todos los seres humanos, quizá aún más por los que de por cualquier razón se sienten diferente. Lo sentimos global en eventos como el Mundial de fútbol de Brasil 2014.
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Lo he escrito antes, en mi familia sabemos bien el dolor de un niño que se siente discriminado, relegado o simplemente observado con especial atención por ser diferente. Quizá por eso me emocionó ver las fotos de la Asociación de Síndrome de Down de la República Argentina (ASDRA) con muchos de sus niños vistiendo la camiseta albiceleste. Cada uno plenamente incluído dentro de esos 40 millones y más de hinchas que estarán apoyando a su equipo.
Me parecieron los fanáticos más hermosos del mundo y me recordó una vez más como la inclusión es una de las herramientas más poderosas que tenemos para ayudar a nuestros niños y al resto de la sociedad. ¡Me consta!
Míralos qué hermosos. ¡VAMOS ARGENTINA!
Si necesitas más información sobre la política de inclusión en las escuelas puedes hacer clic aquí. La información está en español.
Imágenes vía ASDRA
¿Qué es la inclusión?
La inclusión es una filosofía de educación basada en la creencia de que todas las personas tienen el derecho propio de tener una participación completa en la sociedad.
¿Por qué es importante?
La inclusión implica la aceptación de las diferencias. Da lugar para la persona que de otra manera sería excluida de las experiencias educativas fundamentales para el desarrollo de todos los estudiantes.
Con la inclusión se benefician todos
Cuando la inclusión se implementa con efectividad, las investigaciones demostraron beneficios académicos y sociales para todos los estudiantes: tanto para aquellos con necesidades especiales como para los estudiantes típicos.
Ayuda a toda la sociedad
Nacen amistades, los estudiantes no discapacitados valoran más las diferencias y los estudiantes con discapacidades se sienten más motivados. A la larga, se desarrolla una verdadera aceptación de la diversidad dentro del entorno escolar y luego se la traslada al hogar, el lugar del trabajo y la comunidad.
TODOS los niños ganan
Los estudiantes con discapacidades les ofrecen a sus compañeros sin discapacidades la aceptación, la tolerancia, la paciencia y la amistad.
