¡Ni se te ocurra decirle esto a una embarazada!

Cuando estaba embarazada mi tolerancia sufrió un pique fatal. Como todas, el llanto llegaba facilito y era la más sensible del planeta, cosa que antes era todo lo contrario.

Ahora que tengo hijos adolescentes, me da mucha ternura ver a una jovencita embarazada con los mismos achaques y las mismas ilusiones, y procuro siempre sonreírles o animarlas. Pero me ha tocado escuchar comentarios tan impertinentes, que no solo te pueden sacar de quicio pero además podrían ser motivo seguro de homicidio en primer grado.

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En mi primer embarazo mi panza creció descomunalmente, pero solo la panza. Si me veías de espalda ni siquiera te imaginabas que cargaba semejante bebé, que por cierto nació pesando 9 libras 11 onzas ¡mega grande! Un día, pagando en una tienda, una señora se me acercó, me tocó la panza y me dijo: "Seguro son trillizos, ¿verdad?". ¡Para matarla!

Aquí te comparto los comentarios crueles que algunas embarazadas han recibido, que te van a dejar tan sorprendida como a mí:

– ¡Que barbaridad!, pareces un duplex

– Seguro es niña, porque las niñas tienden a chuparles toda la belleza a las mamás

– Te veías tan bien antes del embarazo

¡Que panzota! Seguro que ya aumentaste 20 kilos

–  ¿Este bebé es también de tu marido?

–  ¡Ay pobre, estás a punto de reventar!

–  ¿Cómo puedes manejar con esa panzota?

–  ¡Carámba!, como vas a sufrir para bajar TODO ese peso.

Y los comentados que le hacen al marido frente a la mujer embarazada:

–  ¿Hace beep cuando camina hacia tí? Beep, beep.

– ¿Estás seguro que es tu bebé?

– ¿La encuentras atractiva con esa panzota?

– ¡Qué difícil ha de ser abrazarla!

Es cierto que dependiendo del ánimo es como se toma el comentario, pero por favor, a una embarazada con la sensibilidad a flor de piel, ni se les ocurra hacerle bromitas, duelen más de lo que se imaginan.

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