La perfección no existe es una de tantas utopías. Y cuando nos empeñamos en serlo, parece que las consecuencias pueden ser devastadoras. Un reciente estudio elaborado por la Universidad de Michigan arrojó una conclusión demoledora: las madres que se preocupan demasiado en parecer perfectas a los ojos de los demás, son mucho más proclives a desarrollar depresión, que aquellas que viven la vida más relajadas. ¿Qué tal?
Sigue leyendo, porque esta nota pueda cambiar tu enfoque sobre la vida que llevas…
Lee Más en ¿Qué Más? Geraldine Bazán y Gabriel Soto tienen problemas de celos
"Los hijos de estas madres se supone que también sean perfectos, excelentes estudiantes y maravilloso comportamiento, porque si no es así, esto afectará la percepción que tienen los amigos y relacionados sobre ellas", reveló el Dr. Thomason uno de los investigadores de la Universidad de Michigan, que condujo el estudio, que fue difundido por Daily Mail.
El estudio pidió a 113 mujeres responder un cuestionario sobre la depresión y sobre cuán competentes se sentían ellas como madres.
Luego que decenas de preguntas fueron respondidas por las mujeres, el estudio concluyó que aquellas que están demasiado preocupadas acerca de cómo las ven los demás en su rol de madres, tienen más altas probabilidades de desarrollar depresión en algún momento de la vida. Y que aquellas mujeres, con una actitud distinta, menos exigentes con ellas mismas, las que estaban dispuestas a 'pedir ayuda' se enfermaban menos de depresión.
"Es importante destacar que si un niño tiene mal comportamiento, eso no la hace a usted mala madre. Es una cuestión de las estrategias de desarrollo, que pueden ser un desafío", dijo Thomason.
El estudio llevado a cabo en Australia, encontró que casi, una de cada tres madres primerizas tuvo síntomas depresivos por lo menos una vez, entre el embarazo y cuatro años después de haber dado a luz.
Así que chicas, a escuchar consejos de los expertos. No duden en pedir ayuda cuando la situación lo amerite, no todas tenemos las mismas habilidades, y ser padres, a veces puede ser muy retador.
Si hay una situación que sientes que no estás manejando adecuadamente, y no sabes cómo hacerlo. Pide ayuda, bien a los consejeros de la escuela de tus hijos, a los maestros, o tal vez sea buena idea consultar con un terapeuta. Nadie va a resolver tus problemas, pero sí pueden darte herramientas para que tú puedas hacerlo.
Hay que ser buenas, que digo buenas; buenísimas, madres y esposas, pero ¿perfectas? ¡No, perfectas no!, conozco mujeres que aparentan serlo y lucen perfectamente insoportables y además tarde o temprano se enferman de los nervios. Cero estrés. ¡Be happy!
Imagen vía Thinkstock