Si eres de las mamás, que corre detrás de su bebé, a limpiarlo del mínimo 'sucio' que le cae encima, déjame decirte, que eso no es tan bueno. Y no lo digo yo, sino un grupo de científicos que acaban de conseguir este interesante hallazgo: los niños que viven en el campo que están constantemente en contacto con tierra y animales, tienen menos probabilidad de desarrollar asma, que los muy pulcros niños de la ciudad.
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El doctor Robert Wood, jefe de la División de Alergia e Inmunología del Johns Hopkins Children's Center, en Baltimore, Maryland informó a ScienceDaily que se hizo un estudio tomando los datos de 467 niños y 104 hogares. "Y los científicos han encontrado que la exposición a los alergenos durante los primeros 12 meses de vida, reduce la probabilidad de que el niño sufra de de asma y alergias en comparación con otros niños que no están expuestos a alergenos después del nacimiento".
Esto ayuda a explicar por qué los bebés que crecen en las granjas tienen las tazas más bajas en asma, ellos son expuestos a los alergenos desde el minuto en que nacen.
Según ScienceDaily, el 41 por ciento de los niños, sin alergias, ha pasado sus primeros años de vida en hogares llenos de alergenos y bacterias.
"Nuestro estudio demuestra que la exposición inicial, es decir durante el primer año del bebé, es la clave para inmunizarlo contra el asma y otras alergias" sentenció Wood.
Los resultados de este estudio son importantes, ya que el asma es la enfermedad crónica más común en los niños, y los investigadores están tratando de encontrar maneras de cambiar esa tendencia.
En conclusión: en su primer año de vida, deja que el bebé gatee por la casa, no importa si se ensucia, eso fortalecerá su sistema inmunológico.
Imagen vía Thinkstock
