¿Serías capaz de compartir por Twitter un momento tan íntimo como el trabajo de parto y el alumbramiento de tu hijo en un hospital? Antes de que me respondas te voy a decir lo que yo pienso: sí sería capaz y además seguro me divertiría un montón, ¿por qué? porque me encanta provocar y hacer travesuras sólo para ver cómo reaccionan los demás. Es algo que heredé de mi papá y aunque a veces me traen de cabeza, veo que mis hijos también son así. Así, que yo sí sería la protagonista de mi propio reality show y a mucha honra. Pero sigue leyendo para que veas lo que hizo Lyndsay Thomas.
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Soy de las que piensa que mientras no lastimes a nadie, no violes la ley y no pongas en peligro tu vida ni la de nadie ¿a quién le importa si tienes o no tus cinco minutos de gloria? Pues Lyndsay, de 34 años, decidió compartir la llegada al mundo de su bebé, vía Twitter.
La gracia le tomó unos 50 tuits en los que incluyó el hashtag#lyndsaygivesbirth para que familiares, amigos y extraños la siguieran durante las 12 horas que duró su trabajo de parto.
La bebé por nacer de Lindsay estaba pasada 10 días. Por lo mismo, los médicos programaron inducirle el parto y como no tenía más nada que hacer, la mujer decidió compartir lo que para algunos es una experiencia íntima y por tanto privada, en las redes sociales.
Como soy bloguera y mucho de lo que escribo está basado en mis propias experiencias de vida, no le veo nada de particular a lo que hizo Lindsay y me atrevo a decir que si cuando nació mi primer hijo hace ya 12 años hubieran existido Twitter, Facebook e Instagram, pues seguro que hubiera compartido los momentos más importantes en las redes sociales.
Lo cierto es que Lindsay se "gozó" su parto, desde que la pusieron la epidural, vivió el "infierno" de las contracciones, y compartió con millones fotos de ella posando con sus médicos, sus comadronas y su marido. Veinte minutos después de que nació su bebita a la que llamó Fearne Eileen, posteó una foto de la criatura y otra de ella amamantando.
Lo cierto es que este "experimento social" le sirvió para ver la reacción de la gente y también para "entretenerse" mientras experimentó el dolor de las contracciones. Bien por ella y por su marido, y que buena gente el equipo médico y las comadronas que la apoyaron. Y si las Kardashian pueden, pues nosotras también. ¿Por qué no?
Imagen vía Lyndz_Thomas/Twitter
