Una de las cosas que sorprende y asusta a los padres de recién nacidos es el arco iris de colores dentro del pañal del bebé. Al principio el excremento es negro debido al meconio el cual es una combinación de secreciones que se han ido acumulando en el interior de los intestinos del bebé mientras en el útero. A lo que los días van pasando el color y la consistencia va cambiando. El excremento de un bebé saludable debe ser de color marrón, naranja o amarillo. Cuando el excremento del bebé no tiene color o el color es muy fuerte puede ser una indicación de problemas serios.
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Aprende la gama de colores del excremento de tu bebé para asegurarte de que esté sano.
Excremento Marrón: Con la consistencia de la mantequilla de maní es normal para los bebés que toman fórmulas.
Naranja: Es la combinación del excremento producido por la fórmula y la cantidad de bilis guardada en el estomago del bebé.
Verde: Aguado como si fuera diarrea significa que el bebé es alérgico a la leche. Vas a saber que tu bebé tiene diarrea cuando el pañal está empapado y el excremento se sale por los lados.
Blanco: Como si fuera arcilla, o de color marfil, significa una deficiencia de la bilis. Conocido como heces acólicas son señal de ciertos tipos de enfermedades hepáticas en donde la bilis no está siendo secretada eficazmente al intestino delgado. También puede ser un estrechamiento del sistema que transporta la bilis. Comunícate con el pediatra para revisar el hígado del bebé.
Rojo y negro: Indica que hay una lesión o una úlcera proveniente del tracto gastrointestinal mayor por ejemplo el estomago. La sangre se vuelve negra debido a la larga travesía hasta llegar al pañal. Si la lesión ocurre más abajo del intestino delgado o en el colon, la sangre será de color rojo brillante. Si esto sucede debes llamar al pediatra inmediatamente.
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