No hay nadie más valiente, arrojada y corajuda en este mundo que una madre que ve a su hijo en peligro. En verdad, somos capaces de lo impensable para salvar a nuestras criaturas del riesgo inminente. Así lo demostró una vez más, esta joven madre, Cristina Simoes, de 23 años, en el estado de Massachusetts, quien el pasado 7 de mayo, se encontraba viendo televisión junto a su hijo, de 18 meses, Camron, cuando al mirar por la ventana se percató que afuera había mucho humo.
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Uno de los apartamentos vecinos de Simoes se estaba quemando, según informó Fox News, y ella que en ese momento se encontraba sola con su bebé, al darse cuenta del avance de las llamas, no vio otra alternativa, que saltar desde el tercer piso con su niño en brazos. "Me di cuenta que no habría tiempo de esperar a los bomberos, así que agarré a mi hijo y le di un beso. Le dije que lo amaba y, luego salté", manifestó la valiente joven.
Ella fue transportada por vía aérea a un hospital local y se sometió a una cirugía en su espalda que duró seis horas. El bebé apenas sufrió unos rasguños. Pero ella en ningún momento ha lamentado las heridas que sufrió, al contrario se ha mostrado satisfecha de la decisión que tomó.
"Valió la pena, porque él está bien, es increíble verlo perfectamente bien y jugando", dijo en tono de regocijo, la joven madre quien probablemente no podrá volver a caminar, según han adelantado los médicos, por el daño que ha sufrido en su columna vertebral.
Ahora, Simoes se encuentra en el hospital recuperándose de su delicada operación.
El esposo de Simoes, se mantiene a su lado en el hospital y dijo estar orgulloso de ella, y contento de saber que los dos salvaron sus vidas del voraz incendio.
Dicen que Dios creó a las madres, porque necesitaba un poco de ayuda…bendita sean todas las madres del mundo, heroínas cotidianas, quienes no escatiman en sacrificios con tal de ver felices, sanos y salvos a sus hijos.
Imagen vía ABC News
