Creo que no hay máquina más perfecta que el cuerpo humano. Y prueba de ello son las transformaciones que experimentamos las mujeres cuando nos embarazamos. Cambios tan sencillos como que las areolas de los senos se agradan y oscurecen tienen una explicación: al nacer los bebés es bien poco lo que ven y las areolas grandes y oscuras los ayudar a identificar dónde están los pechos y el alimento cuando tienen hambre. También los cambios en nuestro estado de ánimo y actitudes tienen una explicación lógica. Así que si durante el embarazo eres más emocional y sensible que de costumbre, no te preocupes: también eso tiene una razón de ser.
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Los científicos que se han dedicado a estudiar la actividad cerebral de la mujer durante el embarazo han encontrado que durante la gestación las mujeres experimentamos mayor actividad en las áreas del cerebro relacionadas con las emociones y se activan las hormonas que nos ayudan a desarrollar eso que llamamos la "intuición de madre".
En la dulce espera nos volvemos olvidadizas y generalmente asociamos los frecuentes olvidos con nuestra condición de embarazadas. Lo interesante es que ahora la ciencia ha demostrado que esos cambios están "diseñados" para prepararnos para desarrollar el nexo con nuestro bebés.
Así, las hormonas que se activan durante el embarazo, esas que nos hacen más intuitivas son las que nos ayudan a entender las necesidades de nuestros bebecitos al nacer y durante los primeros meses cuando no pueden comunicarse sino a través del llanto.
Según explicó la doctora Victoria Bourne, quien lideró el estudio en la Universidad Royal Holloway, en Inglaterra, los cambios emocionales y de sensibilidad de la mujer embarazadas son los que nos permiten procesar las expresiones faciales y nos preparan neurológicamente para estrechar el vínculos con nuestros bebés al nacer.
Luego de estudiar la actividad cerebral de una veintena de mujeres en estado de gestación, comprobaron que es el lado derecho del cerebro, precisamente el que se asocia con las emociones, donde se registra un mayor dinamismo.
Cuando estudiaron el cerebro de las mujeres después de que dieron a luz, observaron que hay mayor actividad en el lado izquierdo, que es el que se asocia con la lógica.
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