5 Cosas que debes EXIGIR en el hospital a la hora de dar a luz

La diferencia entre mi primer y mi segundo parto es tan abismal que más de una amiga me ha sugerido que escriba un libro sobre ellas. Aunque me encantaría escribir un libro, no ssería sobre eso, pero sí te puedo contar las cosas que aprendí con el primero y que me sirvieron para tener una experiencia mucho mejor la segunda vez. ¡Anota para ti o para una amiga!

Lee más en ¿Qué más?: 7 Tips para ser bella durante el embarazo sin afectar a tu bebé por nacer

1. La sonda. Por lo general–especialmente si hay riesgo de que sea cesárea–nos ponen una sonda urinaria. No hay ninguna razón por la cual te la tienen que colocar antes de la anestesia. Es una cuestión de conveniencia para el equipo médico, no la tuya. No tienes que pasar por eso tan incómodo antes de la epidural. Ahora, si el parto va a ser en seco, pues, no te queda de otra.

2. El sostén. Las enfermeras suelen insistir que el sostén se tiene que ir. Tampoco hay motivo. Piensa en cuanta gente tiene operaciones de emergencia y llega al hospital con toda la ropa puesta. Si piensas que te da igual, imagínate las fotos y la película del parto….

3. Tu ropa de dormir. En este país les encanta que uno esté con esas batas tan horrendas que tienen los hospitales. Yo en cuanto pude me puse un pantalón de pijama y tenía una bata preciosa para recibir a las visitas.

4. La comida. Una vez que das a luz no hay razón para que te obliguen a comer la espantosa comida de hospital. Tú no estás enferma. Tres cosas para tener en cuenta: Ingiere alimentos que te ayuden a ir a baño (las dos cosas) con facilidad. Evita lo que te dé gases, ya bastante inflamada vas a estar. No comas nada demasiado irritante, acuérdate que lo que ingieres tú le saldrá a tu leche.

5. Las presiones de las encargadas de lactancia. Esa es una decisión personal y no te debes dejar intimidar. Mi segundo niño tomó pecho y fórmula. No pasó nada. De hecho, cuando dejó de necesitar la fórmula le seguí dando pecho hasta que cumplió los 22 meses. Si quieres que al niño le den la mamadera en el retén durante la noche para tú poder dormir y recuperarte, hazlo. Te van a mirar feo, pero no les hagas caso.

Imagen vía Thinkstock