Cuando leí lo que hizo Anna Rubinstein me horroricé. ¿A quién se le ocurre irse a hacer una pedicure en pleno trabajo de parto? Pero mi esposo, a quien se le olvida de todo, menos mis locuras, me recordó como una de mis obsesiones antes de tener a mi primer hijo, era que no me fueran a agarrar las contracciones con lo de allá abajito descuidado y con las pintura de las uñas descascarada. Así que retiré mis criticas de inmediato, hasta que me enteré de lo que pasó la pobre latina que le estaba haciendo los pies.
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Rubinstein estaba a horas de dar a luz cuando decidió que sus pies necesitaban un cariñito. Esta mamá de Nueva Jersey pensaba que tenía tiempo de sobra, pero en pleno masaje se le rompió la fuente. Aún así, por lo general todavía queda bastante tiempo para llegar al hospital. Hay gente que pasa horas después de ese momento antes de tener al niño. De hecho, su hija anterior tardó 42 horas desde que le empezaron las contracciones.
Según contó al canal 12 de Nueva Jersey, el bebé Damian estaba apurado. Apenas tuvo oportunidad de ir al baño, cuando ya el niño estaba por nacer. Su marido Sergei recién entraba al local, que quedaba a minutos de su casa, cuando le tocó ejercer de partero y recibir a su hijo. Cuando llegó la ambulancia, mamá y niño estaban descansando. El proceso demoró menos de 10 minutos. ¡Increíble!
Isabel Valdez, la pedicurista, dijo a la televisión que aún no sale de su asombro. Nunca había pasado por algo así. "Me alegro de haber podido vivirlo", indicó. Pero lo mejor de todo, es que los dueños del lugar están pensando en promover sus servicios para las embarazadas que quieran dar a luz. ¡Se va a hacer famosa!
Según la reflexología, una práctica dentro de la medicina china, hay puntos en los pies que se reflejan en todas las partes del resto del cuerpo. Valdez debe haberle presionado el punto del útero. ¡Peligroso y maravilloso al mismo tiempo!
A los nuevos papás: ¡Felicidades!
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