¿A tus niños les gusta irse a la cama? A los míos no. El ritual de las buenas noches nos lleva una buena cantidad de tiempo, mucho del que pasan ellos rogando por cinco minutos más y mi marido y yo diciendo que no. La cosa es tan así, que empezamos a decirles que es hora de dormir 15 minutos antes de lo requerido. Por lo general, el proceso es bastante predecible, pero nos llevó años diseñar una rutina que nos funcionara a todos. La clave fue descubrir las cosas que los alborotaban más. A esto llegamos después de consultas con otros padres y mucho desespero. Aquí te paso las que parecen ser iguales en todos los niños, pare que te ahorres tiempo y los sinsabores.
Lee más en ¿Qué más?: 5 Tips para ahorrar a la hora de comprar un sofá a prueba de maridos, niños y mascotas
1. Evita que coman dulce, al menos una hora antes de irse a dormir. No todos los niños se ponen como unos loquitos cuando la glucosa entra a su torrente sanguíneo, pero todos nos ponemos temporalmente más alerta. Los azúcares y otros dulces son enemigos del sueño.
2. Elimina todo lo que contiene cafeína y teína. Parece obvio no darle café a los niños, mucho menos en las tardes y noches, pero acuérdate de las sodas con cafeína y los chocolates.
3. Nada de electrónicos. La luz de las pantallas estimula partes del cerebro que nos mantienen despiertos. Es mejor leer o escuchar música como técnica de relajación.
4. Evita los cambios en la rutina. Es esencial. Lo predecible ayuda al cerebro a relajarse y a prepararse para descansar, con cambios se pone nuevamente alerta.
5. Nada de luz. Idealmente hay que empezar a bajar las luces cuando el niño empieza a prepararse para la noche. Le mandas al cerebro la idea de que es hora de dormir.
Imagen vía Thinkstock