Gracias a Dios nunca sufrí de depresión postparto y aún mejor: recién nacidos mis hijos sólo me dieron felicidad. Y aunque cuando era más joven me parecía increíble que la llegada de un bebé (que se supone es deseado y por lo mismo trae alegría a la madre, a la pareja y a la familia), ocasionara tal trastorno, he de decir que la depresión postparto es un asunto serio. Si no, fíjate en el caso de Kelly West, de 30 años y quien desapareció sin dejar huella, abandonando a su esposo e hijos, incluyendo a su bebito de cinco meses.
Lee más en ¿Qué más? Señales típicas de la depresión de invierno que no debes ignorar
El esposo de Kelly cree que la pobre mujer desapareció de su casa en Roseville, un suburbio de Detroit, entre la medianoche y las 6:30 de la mañana del 24 de febrero pasado y atribuye su extraño comportamiento a la depresión postparto que venía sufriendo desde que tuvo a su último bebé, hace cinco meses.
La depresión postparto es un trastorno que afecta a la mujeres inmediatamente después del nacimiento de un hijo. Es un tipo de depresión cuyos síntomas más frecuentes son una tristeza que parece no encontrar consuelo, ganas de llorar y llanto sin explicación.
En algunos casos más severos, la mujer puede experimentar otros síntomas propios de la depresión como sentirse desesperanzada, insomne, perder el apetito, ansiedad e inclusos pensamientos de muerte que se hacen recurrentes. Con esto, lo que quiero decir es que se trata de una enfermedad de cuidado a la que hay que prestar atención. En algunos casos, quienes la sufren deben tomar antidepresivos recetados por el médico tratante.
Por fortuna para Kelly, su esposo y sus hijos, la mujer apareció sana y salva, sin mostrar signos de que hubiera sido víctima de un ataque criminal.
Una depresión postparto severa, como la que presumo sufre Kelly, no debe ser confundida con la depresión ligera que se conoce como baby blues, que se presenta después del nacimiento y se prolonga por algunas semanas.
Si tú o alguien que conoces está pasando por algo así, estos consejos podrían ayudarte:
1. Hablar con alguien de nuestros sentimientos, ya sea una amiga, una prima, tu mamá, lo importante es tener un hombro en quien llorar y alguien que te escuche.
2. Tratar de estar acompañadas la mayor parte del tiempo. En estos casos, la soledad no es buena compañera.
3. Pedir ayuda para las tareas de la casa e incluso para cuidar al bebé.
4. Encontrar tiempo para nosotras mismas. Tal vez hacernos una manicura y una pedicura. Caminar media hora diaria. Ir al cine con una amiga. La idea es que hagamos cosas que nos gusten y que no necesariamente involucren a la familia y a los hijos.
5. Si la tristeza y el desánimo persisten, lo recomendable es buscar ayuda con un terapeuta o con un médico especialista.
Imagen vía Thinkstock