Los antojos más raros que sufren las embarazadas ¿Los tuviste?

Mis embarazos fueron bastante típicos en casi todo. Engordé descontroladamente, vomité por semanas y el hambre y el sueño eran sensaciones constantes. Algo que no me pasó, y conste que hasta pensé en inventarme algunos, fue lo de los antojos. Con mi primer niño, lo único que sí me dio muchas ganas de tomar fue horchata, la crema de arroz. Con el segundo, nada de nada. Mi marido tuvo suerte. Pero sé que es raro. Muchos de sus amigos tuvieron que salir de madrugada a buscar algún ingrediente extraño para un sándwich o un helado de un sabor difícil de encontrar.

¡Hasta ahí sería normal! Ni te puedes imaginar las cosas que algunas mujeres han querido comer en sus embarazos. ¡Somos realmente criaturas raras!

Lee más en ¿Qué más?: Satcha Pretto revela el sexo de su bebé y los secretos de su embarazo

Según un estudio realizado por  la C&G Baby Club Community en el Reino Unido, publicado en el diaro The Express, el antojo más común son los dulces, de acuerdo a lo que respondieron 25% de las encuestadas, seguido por carnes rojas y algunas verduras exóticas, como la endivia. Sin embargo, también hubo porcentajes pequeños, pero los hubo, de mujeres que les dio por comer cosas tan locas como jabón (11%), tiza (6%) y pasta de dientes (5%).

Un número menor, pero no por ello menos desconcertante, admitió haber tenido ganas de comer corteza de los árboles y betún para limpiar los zapatos de cuero. ¡Qué locas!

Como el sondeo fue en Inglaterra, seguro que a ninguna se le dio por comer chiles, pero estoy segura de que a muchas de nosotras nos ha dado por ahí, aunque lo hayamos pagado carísimo con la acidez propia del embarazo, incrementada por el picante.

Lo que sí es común entre todas las mujeres, más allá de la nacionalidad o de dónde estemos, es que una vez que nos ataca un antojo ¡Hay que cumplirlo! En mi país se dice que si no se hace, el niño va a salir con la boca abierta, jaja. Las embarazadas de la encuesta dicen que están dispuestas a manejar hasta cinco millas para encontrar ese alimento deseado. ¡No eres la única!

Imagen vía Corbis