Mi hija gringa se ha reencontrado con sus raíces chilenas

Mi esposo gringo, mis hijos y yo, hemos estado en Chile desde hace como dos semanas visitando a mi familia. Mi hija Carolina, que tiene 18 años, lo ha pasado maravillosamente aquí. Cuando le he preguntado sobre  las  principales diferencias  entre la vida de la juventud aquí en Chile con respecto a la de Estados Unidos me contestó: "Me encanta que todo el mundo aquí te saluda con abrazos y besos", dijo sonriendo. "Incluso cuando te reúnes con una persona por primera vez te abraza y te besa en la mejilla".

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Ahora que ella es adulta comprende por qué me molesta cuando sus amigos no saludan o no se despiden cuando vienen a nuestra casa. La otra diferencia, -que a mí me ha pegado mucho desde que me mudé a los Estados Unidas- es el rol que juegan la música y el baile en la vida cotidiana.

Me encanta que la gente  aquí va a clubes a bailar constantemente e incluso cuando nos reunimos en la casa de alguna persona, hay música y baile. Mi hija también ha notado esta característica y me dijo que eso es lo que más va a extrañar cuando vuelva a casa.

La tercera diferencia es la forma en que se visten tanto los muchachos como las chicas jóvenes. "Todas  se ven muy bien vestidas, incluso cuando se visten en forma casual, con shorts de mezclilla y una blusa. Siempre se ven  muy bien arregladas y a la moda", apunta Carolina.

Lo que  sí le llama la atención es que a pesar que  se preocupan mucho de su imagen física y son generalmente  muy delgadas, no se  preocupan tanto por estar por estar en forma y comer de forma saludable. Mi hija se preocupa por  su  peso y  se asegura de tener  una dieta equilibrada y  ejercitarse  constantemente. Se ha dado cuenta que el  fumar también es  un gran problema entre los adolescentes aquí, le ha llamado la atención el hecho de que "todos fuman y comienzan desde  muy temprana edad".

Otra de las  diferencias que  me ha comentado es lo que ella llama "confianza" me explicó que  no sabe cómo explicarlo, pero aquí siente que  los muchachos son más  atrevidos  y expresivos. Los amigos anglosajones que tiene en Estados Unidos, se parece más a mi gringo que a mí. No es que ella sea  tímida, pero es menos "demostrativa " que mi familia y yo, por lo tanto esta diferencia es aún más evidente en ella.

Por último, también ha  observado que los muchachos aquí son más caballeros, me ha dicho "me abren la puerta, me pasan su chaqueta cuando tengo frío y me cuidan cuando salimos juntos". Por otro lado, también es notorio lo tarde que comienzan la vida nocturna, ellos se juntan en una casa, lo que llaman "la previa" o sea se reúnen más temprano y después salen a bailar o bien comen en sus propias casas y salen después de las 11 ó 12 de la noche. Lo bueno es que como salen tan  tarde, Carolina pasó el Año Nuevo con nosotros hasta medianoche y luego salió con amigos como a la una de la mañana. Lo malo es que regresó a casa a las 4 ó 5 a.m. Como se imaginarán, desde que llegué no me ha sido posible dormir tranquila pues estoy constantemente preocupada hasta la hora de su llegada.

Imagen vía Lucía Ballas-Traynor