Si estás embarazada o lo has estado antes, lo más probable es que hayas padecido de uno de los síntomas más comunes cuando una está encinta. Me refiero a la picazón o comezón que a veces nos dan ganas de arrancarnos la piel de tan fuerte que puede ser. Por lo general, esto es algo pasajero que suele sentirse más que nada en la panza porque la piel se está estirando o porque hay un mayor suministro de sangre. Pero a veces esta comezón puede ser una señal de algo mucho más grave que puede poner la vida de tu bebé en peligro.
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Se trata de una condición médica que sólo afecta a la mujeres embarazadas llamada colestasis intrahepática. Este trastorno afecta al hígado y el síntoma número uno de las mujeres que lo padecen es la comezón. Aunque a la mayoría les da en las palmas de las manos y las plantas de los pies, lo cierto es que la picazón se puede sentir en cualquier lado. Ésta suele ser tan severa que muchas mujeres embarazadas terminan sacándose sangre de tanto que se rascan.
Lo más peligroso de la colestasis es que puede poner la vida de tu bebé en peligro si no es detectado a tiempo. De hecho, el riesgo de que tu bebé nazca muerto es 15 por ciento más alto si padeces de esta condición médica.
Lo bueno es que si se descubre a tiempo se puede tratar exitosamente. Por lo general, tu bebé tendrá que nacer en cuanto sus pulmones estén lo suficientemente desarrollados para sobrevivir.
Así que es importante prestar atención. Si comienzas a sentir comezón unas 10 semanas antes de tu fecha de parto y no es algo pasajero que alivias con un poco de crema humectante, comunícate de inmediato con tu obstetra. Es posible que no sea nada, pero más vale prevenir que lamentar.
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