Una de los problemas más alarmantes de nuestros tiempos es la obesidad infantil. Cada vez más y más niños tienen sobrepeso lo cual les afectará física y emocionalmente a lo largo de sus vidas. Es nuestra responsabilidad velar por su salud, pero ¿sabías que alimentarlos adecuadamente y fomentar el ejercicio físico no es suficiente? Resulta que un nuevo estudio ha descubierto que hay una conexión entre algo que todas tenemos y el peso de nuestros hijos.
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Publicado en la revista Pediatric Obesity, el estudio que fue llevado a cabo en un hospital en Toronto, Canada sugiere que cuanto más estrés tenemos los padres, más pesan nuestros hijos. Los investigadores descubrieron que los hijos de papás con altos niveles de estrés suelen tener un índice de masa corporal dos por ciento más alta que niños cuyos papás no tienen tanto estrés. Esto es particularmente cierto en familia hispanas.
Puede que un dos por ciento no suene tan malo, pero hay que tomar en cuenta que esto le está pasando a niños que todavía se están desarrollando no sólo físicamente sino también en cuanto a sus hábitos alimenticios y de ejercicio. En otras palabras, si no se toman medidas drásticas temprano, lo que les depara a estos niños no es nada bueno.
Y es que, seguramente te ha pasado a ti también. Estás súper estresada porque tienes un problema en el trabajo o con tu familia y lo último en lo que estás pensando es en cocinar algo saludable. De hecho, lo más probable es que pongas cualquier cosa sobre la mesa con tal de que tus hijos coman y tú puedas seguir lidiando con tu problema.
También es muy posible que nuestros hijos reaccionen a nuestros altos niveles de estrés comiendo mal y comiendo más. Así que a prestar atención y buscar la manera de controlar nuestros niveles de estrés o todos vamos a terminar muy mal.
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