Hablando de malos perdedores, un furioso padre de un chico que sufrió la terrible derrota de 91-0 en un partido de fútbol americano llevó su frustración demasiado lejos.
Resulta que la semana pasada el equipo de su hijito perdió y naturalmente, él fue a demandar a los ganadores por "bullying".
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El padre del chico que asiste a Western Hills High School aplicó una queja formal ante el distrito escolar de Aledo, después que la preparatoria de Aledo masacró en el campo a Western Hills en el marcador.
La queja mencionó que los entrenadores del otro equipo no detuvieron el juego y dejaron que continuara para aplastar los pobres sentimientos de los perdedores.
"El viernes por la noche fuimos testigos del acoso escolar en primera mano. No sabía que decirle a mi hijo en el regreso a casa ni cómo explicarle la conducta de los entrenadores", dijo el padre dolido.
Ay por dónde empezar…
Querido padre frustrado:
Ya veo a su hijo a los 35 años viviendo aún de su manutención y su refri ya que no ha encontrado trabajo. Déjeme le explico, no es porque no sea bueno, seguramente tiene muchas habilidades, sino que usted es más de esa filosofía americana del "aquí todos salen con trofeo". Así que como no hay perdedores, ningún trabajo ha quedado a la altura de su hijo, ninguna mujer es lo suficientemente buena y nadie lo merece. ¿Por qué? Porque él no sabe perder.
Si usted lo que quiere es que consiga un trabajo, tenga una novia decente y aprenda a ser un adulto, le recomiendo que le deje saber de vez en cuando que en la vida, uno no las gana todas. Tropezando y a veces rompiéndonos la boca con el piso, aprendemos a saltar la piedra.
Si usted sigue sin saber cómo explicarle a su querubín porque los entrenadores no detuvieron un partido de fútbol, aquí le va una sugerencia de respuesta: "Los entrenadores no detuvieron el partido porque el otro equipo fue mejor. Lo que tu tienes que aprender es a jugar mejor, a no darte por vencido y aceptar la derrota con dignidad y como un caballero (o dama)".
Por favor padres de familia, dejemos de promocionar eso de que no hay perdedores en la vida. Perder no es malo, es una lección. La vida no da trofeos a todos, pero si nos da la capacidad de reaccionar ante los resultados son sabiduría. Mi papá decía que 10% de la vida es lo que pasa y 90% cómo reaccionamos ante ella.
Enseñemos a reaccionar con elegancia por Dios…
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