Una de las cosas que más extraño de cuando mis hijos cuando eran bebitos era lo gorditos que eran. De hecho, no conozco a ninguna madre que no le guste los rollitos o los cachetitos de un bebito. Por eso es que me quedé anonadada cuando me enteré que una abuelita se anda quejando de lo gorda que es su nieta de tan sólo 6 meses. ¿Será que está loca?
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La señora, según su nuera y madre de la niña, se pasa todo el tiempo haciendo estúpidos comentarios acerca del peso de su nieta. Al parecer, ella es una mujer esbelta que está obsesionada con su peso y el de todos los demás.
Esto de acuerdo con su nuera que le mandó una carta a un columnista de modales del New York Times pidiéndole consejos en cuanto a cómo lidiar con una suegra tan metiche y despiadada. El columnista le responde que se arme de información y que le explique a su suegra que su hija está en el peso correcto usando datos médicos.
¡Yo le hubiese aconsejado que mande a su suegra al diablo! Ya sé que se la va a tener que bancar por toda la vida, pero es mejor que quede claro que ese tipo de comentarios son inaceptables desde el primer día. Si la abuelita está criticando el peso de su nieta de 6 meses, ¿te imaginas las barbaridades que irá a decir cuando la criatura sea más grande y más susceptible?
¡Qué abuela tan mala! En vez de estar diciendo que su nietecita tiene las piernas muy gordas, debería aprovechar y apachurrarlas antes que crezca y desaparezcan todos sus rollitos.
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