Esta es una de las cosas más ridículas que he escuchado en mi vida. Resulta que a una mamá en Australia–que ha preferido no revelar su nombre–se le negó comida porque no amamanta a su bebé. La mujer había llevado a su hijo de 5 meses al hospital y se estaba quedando con él mientras que el chiquitín se recuperaba de una infección pulmonar. Pero casi se cae de la silla cuando una enfermera le informó que no la alimentarían porque no estaba amamantando y el servicio es sólo para las mamás que dan pecho.
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De acuerdo a la política del hospital, todos los padres que se quedan a cuidar a un hijo enfermo reciben desayuno, pero las madres que amamantan reciben también almuerzo o cena. Las que no, tienen que ir a buscar su propia comida, lo cual significa que tienen que separarse de sus criaturas.
Me imagino que el propósito de esta política es ahorrar dinero, pero me suena de lo más discriminatoria. De hecho, pareciera que el hospital está castigando a las mujeres que no dan pecho. Puede que esa no sea su intención, pero es fácil ver como una madre que no amamanta lo interpreta así. Y eso no tiene nombre.
La verdad es que estoy harta de que a las mamás se les trate según la manera en la que deciden alimentar a sus hijos. Todas las mamás sabemos que dar pecho es lo mejor que podemos hacer por nuestros bebés, pero no todas podemos o queremos hacerlo–y eso no debe ser de la incumbencia de nadie.
Me parece un descaro absoluto que un hospital le niegue comida a una madre que de por sí está estresada y preocupada por su criatura enferma. El rol del hospital debería ser darle todo el apoyo posible a esa madre para que logre sobrellevar la enfermedad de su hijo. ¡Qué abuso!
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