Si tuviéramos una "bola de cristal" que nos dijera si nuestra pareja será un buen padre, estoy segura que la mayoría recurriríamos a ella. Pero, ¿quién se hubiera imaginado que la respuesta está más cerca de lo que pensábamos? ¿Quién hubiera pensado que la señal que tanto buscamos se encuentra en sus partes íntimas ¡Así es! Y es que, por muy disparatado que suene, un estudio realizado por el Dr. James Rilling de la Universidad Emory de Atlanta sugiere que el tamaño de los testículos determina qué tan buen padre será tu pareja.
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De acuerdo a los investigadores, los hombres con testículos pequeños son mejores padres que aquellos con testículos más grandes, como señala un informe del Daily Mail. Y al parecer no se trata de una teoría reciente. Anteriormente, ya se habían realizado estudios que concluyeron que los niveles bajos de testosterona pueden reducir los deseos de apareamiento, canalizando la energía del hombre, hacia el cuidado de los niños.
Esto le sirvió de base al Dr. James Rilling para investigar la relación entre el tamaño de los testículos de un hombre y la manera de criar a sus hijos. El experimento se realizó entre 70 padres entre los 21 y 43 años de edad, con niños pequeños. Básicamente se les pidió que vieran una fotografía de sus hijos, de un niño desconocido y de un adulto extraño. Mientras tanto, los científicos midieron sus testículos y registraron su actividad cerebral. Específicamente, observaron la región que motiva la habilidades de crianza.
Luego, sus parejas tuvieron que contestar unos cuestionarios sobre qué tan involucrados estaban los padres en actividades como llevar a los niños al doctor y atenderlos durante la noche. Como era de esperarse, los padres que reaccionaron más emocionados que otros, al ver los rostros de sus hijos, tendieron a tener testículos más pequeños y a estar más involucrados con la crianza de sus niños.
¿Será cierto? Yo no sé, pero una muestra de 70 padres se me hace muy pequeña como para llegar a una conclusión como ésta. Sin embargo, reconozco que después de haber leído este reporte, será inevitable que le eche a mi pareja una mirada "allá abajito" para ver cuáles son los "pronósticos". Lo malo es que los investigadores no mencionaron las medidas que utilizaron para definir lo que "es grande" y lo que "es chico". Así que habrá que hacerlo a "ojo de buen cubero".
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